La noche que debía ser histórica para el FC Barcelona terminó convertida en un auténtico drama. El conjunto azulgrana quedó eliminado de la Champions League tras perder 4-3 en la prórroga ante el Inter de Milán, en un partido que tuvo de todo: remontada épica, emoción hasta el final... y errores imperdonables.
El Barça llegó al minuto 90 con el billete para la final en el bolsillo. Tras una gran segunda parte, los de Hansi Flick se habían puesto 2-3 en el marcador, dando la vuelta a un partido que parecía perdido. Pero cuando todo parecía resuelto, Acerbi marcó el 3-3 en el minuto 92 y mandó el choque a la prórroga. A partir de ahí, el Inter aprovechó el desconcierto culé y terminó sellando el pase con un gol más en el tiempo extra.
Y el gran señalado volvió a ser Ronald Araujo. El central uruguayo, que comenzó el partido en el banquillo, tuvo que entrar tras la lesión de Iñigo Martínez. Su presencia en el campo, sin embargo, fue una auténtica pesadilla para el Barça.

Dos errores que cuestan una final
Araujo fue el encargado de marcar a Acerbi en la acción del empate. El italiano se le adelantó y remató prácticamente sin oposición, firmando un gol que cambió el rumbo del partido. Pero el desastre no terminó ahí: en el 4-3 definitivo, Araujo volvió a fallar, esta vez en una acción por banda izquierda en la que mostró una preocupante pasividad en el marcaje.
La imagen del uruguayo, superado físicamente, sin intensidad y con la mirada perdida, resume bien lo que fue su actuación. Y el barcelonismo ha estallado. En redes sociales, los aficionados culés han señalado directamente al central, a quien ya muchos consideran una carga en los partidos clave de Champions.
No es la primera vez que Araujo protagoniza una eliminación europea. La temporada pasada, ante el PSG, fue expulsado tras cometer un error de bulto que acabó con el Barça con uno menos y facilitó la remontada del conjunto francés. Aquella noche dejó una herida, pero lo de Milán podría haber sido la sentencia definitiva.

Flick, decepcionado
Hansi Flick está profundamente decepcionado con Araujo. El técnico alemán había apostado por un sistema defensivo sólido y confió en que el uruguayo sería un refuerzo seguro desde el banquillo. Nada más lejos de la realidad.
Tras el partido, el enfado del entrenador era evidente. El técnico ya había mostrado dudas a lo largo de la temporada sobre el papel de Araujo, quien no ha conseguido consolidarse como indiscutible en su esquema.
Futuro lejos del Camp Nou
Con este nuevo tropiezo, el futuro de Araujo en el Barça parece más incierto que nunca. Aunque su contrato sigue vigente y tiene mercado —con equipos como el Manchester United interesados en él—, en el club ya se empieza a valorar seriamente su salida este verano.
Deco tiene en su agenda varios nombres para reforzar la zaga, y si llega una oferta cercana a los 60 millones de euros, el Barça no pondrá demasiadas trabas a su salida. Araujo, que hace no tanto era considerado el central del futuro, podría haber vivido en Milán su última gran noche como azulgrana. Una noche para el olvido.