La derrota del FC Barcelona en Sevilla (4-1) ha sido algo más que un tropiezo. Ha sido un aviso interno. Un partido que ha dejado al descubierto no solo los problemas de juego, sino también las preferencias reales de Hansi Flick. El técnico alemán empieza a dejar claro quiénes tienen sitio en su proyecto y quiénes no. Y hay dos jugadores que, pese a seguir en la plantilla por pura necesidad, el entrenador no cuenta realmente con ellos.
El encuentro del Sánchez Pizjuán fue el más preocupante de la era Flick. El equipo no tuvo identidad, ni intensidad, ni ideas. Las ausencias de Ter Stegen, Gavi, Raphinha o Lamine Yamal sirvieron de excusa parcial, pero no de explicación completa. El problema fue más profundo: una plantilla en la que algunos futbolistas no convencen al técnico y se mantienen por obligación más que por mérito.
Ronald Araújo y Gerard Martín, señalados en el descanso
Entre ellos destacan Ronald Araújo y Gerard Martín. Dos casos distintos, pero con un mismo desenlace. Ambos fueron titulares ante el Sevilla y fueron sustituidos al descanso. Un gesto que, dentro del vestuario, se interpretó como un mensaje directo del entrenador. Flick perdió la paciencia con ellos y ya los considera jugadores prescindibles.
El caso de Araújo es el más llamativo. Hace dos años era pieza clave y uno de los líderes del vestuario. Ahora, su rol ha cambiado por completo. Flick no confía en su salida de balón, lo ve lento en la toma de decisiones y poco adaptado al juego ofensivo que quiere implantar. El uruguayo solo aparece cuando hay lesiones o rotaciones. Su descenso de jerarquía es evidente y preocupa incluso dentro del club. Acumula demasiadas apariciones saliendo en la foto de la desgracia.
La paciencia de Flick llega al límite
Con Gerard Martín, la situación es diferente pero igualmente clara. El lateral ha sido titular por obligación debido a la lesión de Alejandro Balde, pero Flick no lo ve preparado para competir al máximo nivel. Le reconoce esfuerzo y actitud, pero considera que le falta nivel técnico, lectura táctica y consistencia defensiva. En cuanto Balde esté al cien por cien, el canterano volverá al banquillo sin discusión.
El técnico alemán ha sido paciente, pero ahora empieza a tomar decisiones drásticas. Ya no se trata solo de resultados, sino de construir un equipo con personalidad y coherencia. Y en ese plan, Araújo y Gerard Martín no tienen cabida. Flick los señala, se los quedó por obligación, pero no los quiere en el Barça.