El Barça afronta una temporada de grandes exigencias y Hansi Flick no quiere dejar ningún detalle al azar. Una de las decisiones más delicadas que el técnico alemán empieza a madurar está en el centro de la defensa. Si bien tiene claro que Pau Cubarsí es intocable por su enorme talento y rendimiento precoz, la situación de Ronald Araujo genera cada vez más dudas en el cuerpo técnico.
El uruguayo siempre ha sido considerado un referente por su potencia física, carácter y liderazgo, pero Flick no termina de estar convencido de que sea el acompañante ideal para Cubarsí. En su primera toma de contacto con la plantilla ya advirtió que buscaba centrales con salida limpia de balón, buena colocación táctica y capacidad de adaptarse a distintos registros. En ese sentido, Araujo todavía deja ciertas sombras, sobre todo cuando el Barça necesita construir desde atrás frente a rivales que presionan alto.
Christensen gana protagonismo
El nombre que más fuerza está tomando en los planes de Flick es el de Andreas Christensen. El danés, que ya demostró en el pasado ser una pieza muy fiable, ha convencido al entrenador en los entrenamientos y en los primeros partidos de la temporada. Su serenidad, criterio con el balón y experiencia en la élite lo convierten en un socio ideal para Cubarsí.
Flick probó con la pareja Christensen–Eric Garcia en la jornada ante el Rayo, y aunque Eric parece que tendrá más recorrido como lateral derecho, el danés dejó claro que puede formar un tándem sólido junto al canterano. Su perfil más calmado equilibra a la perfección el ímpetu y la anticipación de Cubarsí, y eso es precisamente lo que busca el técnico alemán: una pareja complementaria.
La situación de Araujo
Para Araujo, el mensaje es claro: deberá ganarse el puesto. El central uruguayo no quiere ni oír hablar del banquillo, pero Flick considera que nadie tiene garantizada la titularidad. Su velocidad y capacidad de corregir son virtudes muy valiosas, aunque el entrenador insiste en que debe mejorar en la salida de balón y en la toma de decisiones bajo presión.
Desde el club confían en que la competencia sea sana y que el propio Araujo eleve su nivel para recuperar la condición de indiscutible. Sin embargo, la amenaza es real: Christensen ya se ha ganado la confianza del entrenador y, salvo sorpresa, será el elegido en los partidos de mayor exigencia junto a Cubarsí.
Un debate abierto en el Barça
El debate sobre quién debe acompañar a Cubarsí marcará buena parte de la temporada. Flick no se casa con nadie y ya ha demostrado que toma decisiones en función del rendimiento y no del nombre. La defensa es la base de cualquier equipo campeón, y el alemán está convencido de que el Barça debe reforzarse desde ahí.
La pelota está en el tejado de Araujo. O da un paso adelante y se adapta a lo que le pide Flick, o corre el riesgo de ver cómo el banquillo se convierte en su nueva realidad.