El FC Barcelona consiguió un triunfo importante y muy trabajado frente al Real Oviedo (1-3). El equipo azulgrana se vio sorprendido desde el inicio por la intensidad del conjunto asturiano, que golpeó primero y se marchó al descanso con ventaja en el marcador. Un escenario inesperado para los de Flick, que tuvieron que reaccionar en la segunda parte para darle la vuelta al encuentro.
La sustitución que lo cambió todo
La clave del partido llegó con un movimiento en el banquillo. Flick decidió sentar a Marc Casadó en el descanso y dio entrada a Frenkie de Jong. El holandés aportó control, claridad en la salida de balón y permitió al Barça adueñarse del centro del campo. A partir de ahí, el equipo encontró más fluidez y acabó imponiendo su calidad para remontar el duelo con goles de Ferran, Raphinha y Lewandowski.
Un mensaje directo para Casadó
Más allá de lo táctico, el cambio fue interpretado como una advertencia muy clara a Casadó. El canterano había recibido la confianza de Flick en un partido complicado, pero su rendimiento en los primeros 45 minutos no convenció al técnico alemán. Le faltó presencia con balón, cometió algunas imprecisiones y no pudo frenar las transiciones del Oviedo. Flick no dudó en actuar rápido y enviar un mensaje contundente: en este Barça no hay margen para la relajación.
La situación de Casadó no es sencilla. Con el regreso de De Jong y la presencia de jugadores como Bernal, Pedri o Gavi (cuando se recupere), la competencia en la medular es máxima. Flick ha demostrado que apuesta por los jóvenes, pero también que no regalará minutos si el rendimiento no está al nivel exigido. Casadó deberá redoblar esfuerzos en los entrenamientos y demostrar que puede ser una opción fiable en el primer equipo.
Tras el partido, Flick no señaló directamente a Casadó, pero sus decisiones hablaron por sí solas. El alemán quiere que el canterano entienda que estar en el primer equipo exige constancia y concentración al máximo nivel. No basta con tener talento, sino que hay que mostrar carácter en los momentos difíciles. El técnico cree en las cualidades del centrocampista, pero también considera necesario que dé un paso adelante para consolidarse.
Lo positivo para el Barça
La remontada dejó, además, la buena noticia del regreso de De Jong, que fue clave en la reacción. El Barça logró tres puntos que refuerzan la moral del equipo y que permiten seguir creciendo en confianza de cara a los próximos compromisos. Para Casadó, el encuentro en Oviedo queda como un aviso a tiempo, una oportunidad para aprender y volver más fuerte. Flick lo ha dejado claro: si quiere contar, debe demostrarlo cada minuto en el campo.