Hans-Dieter Flick tuvo un inicio ilusionante en el Barça, donde asumió el desafío de llegar a un equipo que estaba en un momento muy delicado, tanto deportiva como económicamente, y acostumbrado a los ridículos en competiciones europeas. Joan Laporta y Deco estaban convencidos de que el técnico alemán, por sus conocimientos, su experiencia y su carácter, podía ser la salvación, y el tiempo demostró que habían acertado por completo.

Joan Laporta y Deco

Porque ’Hansi’ tan solo necesitó de unas pocas semanas para convertirse en un ídolo para la grada del Camp Nou, creando un bloque sólido, regular y fiable, y dejando una gran imagen en cada partido. De nuevo, fue capaz de apostar por un estilo vistoso y ofensivo, una cosa que se echaba mucho de menos, y su primer año fue difícil de mejorar. Ganaron todos los títulos nacionales, y en la Champions League estuvieron muy cerca de clasificarse a la final.

Sin duda, era un reto muy exigente mantener esta regularidad en su segundo curso, y no hubo muchos movimientos en la plantilla, a excepción de los fichajes de Roony Bardghji, Marcus Rashford y Joan García. La intención era defender todos los trofeos conquistados, y lograr el gran objetivo, que es conquistar la primera Liga de Campeones en más de una década. Y, evidentemente, manteniendo su apuesta por un fútbol alegre y divertido para el espectador.

Joan Garcia

Pero las cosas no están saliendo como se esperaban. Hay algunas piezas clave que no están en un buen momento, y la baja de Íñigo Martínez se ha notado mucho más de lo previsto. Aparte, Flick ya ha generado algunas dudas, pues no ha demostrado tener un ‘plan B’. Y los rivales ya parecen haber entendido la manera de romper la línea del fuera de juego, y aprovechar los puntos débiles que tiene el Barça. Un problema al cual no ha encontrado una respuesta todavía.

Asimismo, también han comenzado a cuestionar algunas decisiones del exentrenador del Bayern de Múnich o del TSH Hoffenheim, como mantener su apuesta por futblistas que claramente no están a la altura de las exigencias.

Los métodos de entrenamiento de Flick, también cuestionados

Y otro foco de conflicto dentro del vestuario del Barça son los métodos de entrenamiento de Flick. Porque creen que son demasiado intensos, y esto está provocando mucha más fatiga y lesiones.

Creen que se tiene que adaptar al calendario, considerando que juegan un partido cada tres días.