El estreno liguero del Barça en Mallorca dejó varias lecturas, pero una de las más destacadas tuvo como protagonista a Ferran Torres. El valenciano, que partió como ‘9’ en el once de Hansi Flick, firmó un partido muy completo y redondeó su actuación con un gol que le vuelve a colocar en el foco. Su rendimiento no solo refuerza su confianza, sino que además plantea un dilema en el vestuario azulgrana.
Ferran Torres luchará por ser titular
Ferran arrancó la temporada con las mismas sensaciones que había dejado en la pretemporada: intensidad, movilidad y mucha hambre de protagonismo. A lo largo del encuentro se le vio activo, generando espacios, presionando con agresividad y, sobre todo, aprovechando la oportunidad que Flick le dio en punta de ataque. El tanto que consiguió fue la guinda a un partido en el que demostró que puede ser mucho más que un recurso puntual.

El gran rendimiento del valenciano pone en aprietos a algunos de sus compañeros. Marcus Rashford, fichaje de relumbrón que llegó con la vitola de estrella ofensiva, podría ser uno de los más afectados. Ferran ha demostrado que entiende el juego ofensivo de Flick y que su perfil encaja mejor en determinados escenarios. El británico podría perder protagonismo si no eleva de inmediato sus prestaciones, ya que la competencia es feroz.
Pero no solo Rashford está en el punto de mira. La sombra de Robert Lewandowski también aparece en este escenario. El polaco sigue siendo el gran referente ofensivo del Barça y su figura es indiscutible en condiciones normales. Sin embargo, la buena forma de Ferran abre la puerta a que Flick le utilice como alternativa real en la posición de ‘9’. El técnico alemán no es de los que se casa con nadie, y si ve que el equipo responde con el valenciano arriba, no dudará en darle continuidad.
El propio Ferran es consciente de que su camino en el Barça nunca ha sido sencillo. Ha tenido que convivir con críticas, irregularidad y lesiones, pero siempre ha mostrado carácter para revertir situaciones. Ahora, parece haber encontrado la madurez y confianza necesarias para consolidarse. Su compromiso y ganas de reivindicarse son evidentes, y eso lo convierte en una pieza muy útil dentro del plantel.

Flick, por su parte, celebra tener este tipo de “problemas”. Para un entrenador, que la competencia interna sea tan alta es una bendición. El alemán quiere un vestuario donde nadie se relaje y todos estén obligados a rendir al máximo. Ferran, con su nivel actual, es la prueba de que cualquier jugador puede ganarse un sitio si lo demuestra en el campo.
La temporada es larga y habrá minutos para todos, pero lo ocurrido en Mallorca lanza un mensaje claro: Ferran Torres ha llegado dispuesto a ser protagonista, y su rendimiento amenaza con cambiar jerarquías en la delantera azulgrana.