Fernando Alonso lleva tiempo demostrando que es, si no el mejor, uno de los mejores pilotos de la parrilla de la Fórmula 1. A pesar de que la suerte no le ha acompañado, sus decisiones a la hora de escoger equipo le han condenado a no ganar más mundiales, todos en el mundo de los monoplazas reconocen que el asturiano es un referente.
Su bicampeonato, aunque pueda saber a poco, es buena muestra de ello. Este año 'El Nano' ha vuelto a generar ilusión entre sus más acérrimos aficionados. Sus tres podios consecutivos, todos ellos consiguiendo subirse al tercer cajón, nos hacen soñar con la posibilidad de conseguir la 33. Sin embargo, hay quien se empeña en empañar el excelso inicio de temporada de Magic Alonso.
Piquet reconoce que se estrelló a propósito
Se trata de Nelsinho Piquet, expiloto de Fórmula 1 y compañero de Fernando Alonso en Renault. El 2018, el asturiano consiguió una sorprendente victoria en el Gran Premio de Singapur que quedará siempre para la historia de la competición.
El motivo es el accidente de Piquet que facilitó el triunfo del español. Al respecto, el que fuera compañero de Alonso, reconoció provocar el accidente porque fueron órdenes de equipo de Flavio Briatore, jefe de la escudería: "Fue una orden de equipo para ayudar a alguien dentro de nuestro equipo, no fue para perjudicar a Felipe (Massa), no fue nada de eso".
En declaraciones a On the tracks podcast, reconoció recibir presiones del por entonces jefe de Renault: "La presión de Flavio fue muy grande sobre mí. Me puso psicológicamente entre la espada y la pared y no tenía elección", admite Piquet.
Bernie Eclestone lo sabía
El gran perjudicado de todo este fenómeno llamado el crashgate fue Felipe Massa. El piloto partía desde la pole position y acabó decimotercero, perdiendo el campeonato ante Lewis Hamilton por un punto de diferencia.
Bernie Eclestone, dueño de la F1 en aquel momento, confesó que sabía que el accidente de Piquet fue intencionado. Sin embargo, admitió no tomar ninguna medida al respecto para no ensuciar su competición.
Para más inri, Eclestone reconoció que según los estatutos de la Fórmula 1 el Gran Premio de Singapur debió haberse invalidado y eliminar los puntos de aquella última carrera de la clasificación final. Además, dejó claro que Massa debería haber ganado aquel mundial, en vez de Hamilton. No obstante, decidió lavarse las manos y no actuar en consecuencia. Y, finalmente, el nombre de su competición si ha quedado manchado.