El debut liguero del Barça en Mallorca (0-3) dejó varias conclusiones positivas, pero también alguna nota preocupante. Una de ellas fue la actuación de Fermín López, que partía como titular en el centro del campo después de las palabras de Flick en la previa, cuando reconoció que “no estaba del todo contento con él al inicio de la pretemporada”, aunque matizó que había terminado a buen nivel. El técnico alemán le dio la titularidad como voto de confianza, pero el andaluz no la aprovechó.
Fermín no aprovecha la ocasión
Su encuentro fue discreto, lejos del dinamismo y la energía que suelen caracterizarle. Fermín no se mostró con la misma determinación que en otros momentos, le costó conectar con los extremos y no tuvo la incidencia necesaria en la presión tras pérdida, un aspecto clave en el sistema de Flick. Era una gran ocasión para confirmar que puede ser indiscutible en el once, pero la desaprovechó.

El problema para Fermín es que la competencia en el centro del campo es feroz. Con Dani Olmo ya recuperado y apretando fuerte, además de la presencia de Gavi y la irrupción de Dro, cualquier resbalón puede dejarle relegado al banquillo. Olmo, que entró en la segunda mitad, dejó mejores sensaciones y aportó mayor claridad en los metros finales, algo que no pasó desapercibido ni para Flick ni para el vestuario.
En este contexto, el técnico alemán tendrá que decidir de cara al próximo partido. La idea inicial era que Fermín pudiera consolidarse como una pieza clave, pero su rendimiento en Son Moix reabre el debate. Flick quiere competencia interna y no regalar la titularidad a nadie, de ahí que su mensaje en rueda de prensa fuera tan claro: todos deben estar enchufados y demostrar cada día que merecen un puesto.
El propio Fermín es consciente de la situación. Tras una temporada en la que se ganó a pulso un lugar en el primer equipo gracias a su carácter y llegada al área, ahora se encuentra en un punto de inflexión. Sabe que si no da un paso adelante, Dani Olmo puede arrebatarle el sitio en los planes de Flick.

Lo que sí parece claro es que el entrenador seguirá alternando opciones hasta encontrar la fórmula definitiva en la medular. La temporada es larga y habrá minutos para todos, pero no todos podrán ser titulares indiscutibles. Fermín, por tanto, deberá reaccionar rápido y mostrar su mejor versión, esa que enamoró al cuerpo técnico y que le permitió llegar hasta aquí.
El duelo contra el Mallorca debía ser la confirmación de que está listo para ser intocable. No lo logró. Ahora, con Dani Olmo al acecho, el mensaje es evidente: el margen de error se reduce al mínimo y solo los que rindan partido a partido tendrán continuidad.