El Real Madrid ganó al Alavés. Sumó tres puntos importantes y el marcador alivió la tabla. Dentro de lo malo, los blancos siguen a cuatro puntos de distancia del FC Barcelona. Pero el partido dejó dudas. Muchas. El equipo volvió a sufrir. A encerrarse. Y volvió a generar ruido interno.
El gol de Kylian Mbappé abrió el camino. Como casi siempre. El francés sostuvo al equipo. Thibaut Courtois también apareció. Sin ellos, el desenlace habría sido otro. El Madrid no dominó. No mandó. Tras el 0-1, reculó. Cedió el balón. Se protegió demasiado y dse dejó dominar por un equipo que, sobre el papel, era inferior. El empate llegó con Carlos Vicente. Pero por suerte para el Madrid, aparecieron Vinicius y Rodrygo en el tramo final del partido para asegurar los tres puntos.

Se agranda la brecha entre Fede Valverde y Xabi Alonso
Pero el análisis va más allá del resultado. El juego sigue sin convencer. La idea no se consolida. Y el foco vuelve a apuntar a Xabi Alonso. El técnico sigue en la cuerda floja. Está más fuera que dentro. Su propuesta no termina de calar. Ni en la grada ni, según se comenta en Madrid, en parte del vestuario. La fractura existe y no es nueva. Hay futbolistas incómodos. Desgastados. Cansados de ciertos roles.
Uno de ellos es Fede Valverde. El uruguayo volvió a jugar de lateral derecho en Mendizorroza. Otra vez fuera de sitio. Otra vez sacrificándose. Y otra vez dejando claro que no le gusta. Ya lo dijo públicamente hace unas semanas en rueda de prensa. “No he nacido para jugar ahí”. No fue una frase al azar. Fue un mensaje.

Fede Valverde no es el único que no traga a Xabi Alonso
Desde entonces, la relación con Xabi Alonso se ha enfriado. Según diversas informaciones, el diálogo es mínimo. Casi inexistente. Valverde siente que no se le escucha. Que su rol no refleja su importancia. Y eso pesa. En un jugador capital.
El uruguayo no está solo. Vinicius y Rodrygo también muestran distancia. No conectan con el método. No se sienten cómodos. A ellos se suman otros nombres. Brahim Díaz. Endrick. Ferland Mendy. Todos con menos protagonismo que en el pasado y con sensaciones similares respecto al tolosarra.