En la República Checa aguantan la respiración con preocupación a la espera de ver cómo evoluciona Tomás Rosicky. El exjugador del Sparta de Praga, el Borussia Dortmund y el Arsenal, y actual director deportivo del Sparta de Praga lleva una semana ingresado en la UCI de un hospital de la capital checa por unos problemas cardiacos, un asunto muy delicado y del que se conocen muy pocos detalles. Y la preocupación es mayor si se tiene en cuenta que Rosicky solo tiene 44 años.
Los "malos hábitos de vida", el desencadenante del problema
“Como jugador y director deportivo, siempre lo he dado todo. Esfuerzo total, sin dudar. Pero esta situación me ha demostrado que necesito cuidar mejor de mí mismo. Los malos hábitos de vida, la falta de actividad física y las predisposiciones familiares, lamentablemente, me han llevado hasta aquí", ha manifestado Rosicky a través de un comunicado que se ha emitido para calmar a la opinión pública.
"La buena noticia es que se espera que me recupere completamente, aunque actualmente no puedo desempeñar las exigentes responsabilidades de un director deportivo. Seguiré en contacto con mis compañeros, ya que siempre hemos trabajado como un equipo. Tenemos una visión clara, una estrategia y procesos estructurados. Los chicos se encargarán de ello".
Una leyenda del fútbol checo
Tomas Rosicky fue uno de los mejores jugadores de la historia de la República Checa, líder de la selección maravillosa de la que salieron talentos del nivel de Nedved, Poborsky, Koller, Baros o Cech que en el 2006 logró ser la 2ª en el ránking FIFA. Formado en el Sparta de Praga, donde logró ser el jugador más joven en ser designado futbolista checo del año, Rosicky se fue con 21 años al Borussia Dortmund, a cambio de 4,5 millones de euros, donde ganó una Bundesliga. Fue entonces cuando su nombre se vinculó, verano tras verano, al Barça. Fue un sueño imposible, ya que después de 6 años en Alemania, Rosicky terminó fichando por el Arsenal.
En Londres, Rosicky estuvo 10 temporadas, ganando 2 FA Cups y 2 Supercopas de Inglaterra, además de volver a sonar para el Barça, para después volver al Sparta de Praga, donde se retiró con 37 años, harto de sus constantes lesiones. Desde entonces, Rosicky trabaja en los despachos, como director deportivo. Ahora, en el club le esperan con los brazos abiertos, ya que después de 2 Ligas consecutivas ha visto como el Slavia de Praga le ha logrado quitarle el campeonato.