Desvelada la incógnita de quién sucederá Luis Enrique en el banquillo del Barça, sólo queda centrarse en la figura de Ernesto Valverde. Un entrenador con currículum que llega a Barcelona con el encargo de liderar un nuevo proyecto, con cambios pero conservando el epicentro: Leo Messi.

Un gran Athletic

El Athletic de Bilbao de los últimos cuatro años es su tarjeta de presentación. A pesar de las doce temporadas como entrenador y las otras doce como jugador, el fútbol de 'su' Athletic lo ha llevado a convertirse en uno de los entrenadores del momento.

Valverde tomó el relevo de Marcelo Bielsa, con todo lo que eso conlleva. El equipo había llegado al límite desde el punto de vista físico y psicológico por la exigencia del entrenador argentino y necesitaba regenerarse. Su papel en la transición hacia una nueva manera de trabajar fue fundamental para que esta no fuera traumática.

La primera temporada (2013/14) fue todo un éxito y clasificó al equipo para la Liga de Campeones. La siguiente empezó con decepción (eliminados de la Champions en la fase de grupos y con una muy mala primera vuelta), pero acabó con un billete para la Europa League y una final de la Copa del Rey, que perdió contra el Barça en el Camp Nou (1-3).

La tercera temporada trajo al Athletic a ganar un título después de 31 años: la Supercopa de España. Y además consiguió clasificarlo, de nuevo, para la Europa League. Este año, el equipo ha luchado hasta la última jornada para repetir la gesta. Una combinación de resultados lo dejó fuera pero la victoria del Barça contra el Alavés en la final de la Copa del Rey le dio la tercera y última plaza. 

Aparte de sus números, lo que llama más la atención de su Athletic Club es que es un equipo que explota al máximo sus virtudes. Una constante que ha acompañado a Valverde por todos los clubs donde ha entrenado. Con la singular limitación para fichar del Athletic, al equipo no le queda alternativa que convivir con una mezcla de veteranos y jóvenes que suben del plantel. El entrenador no sólo ha conseguido mantener la trayectoria de los últimos años sino que la ha mejorado. Y eso, en una competición tan exigente como la actual Liga Santander, tiene un mérito incalculable.

Conoce la casa

Una de sus características mejor valoradas es su capacidad de gestión de la plantilla. Factor clave y diferencial en un club como el Barça, donde los futbolistas son elegidos y algunos no quieren entender el significado de las rotaciones. A pesar de su carácter plano, discreto y conciliador muchos jugadores que han trabajado bajo sus órdenes coinciden en que encajaría en el banquillo del Camp Nou.

"Sería un buen entrenador para el Barça pero nosotros queremos que se quede en el Athletic. Es uno de los mejores. Él tiene la última palabra y pase lo que pase me alegraré por él". Estas declaraciones del mes de marzo de Iñaki Williams, uno de los jóvenes talentos de Lezama que ha debutado con Valverde, resumen el sentir de la plantilla del Athletic. Querrían seguir con él pero entienden su decisión.

Uno de los puntos fuertes del nuevo entrenador del Barça es su apuesta decidida por el plantel. En los últimos años, Valverde ha dado la oportunidad a futbolistas jóvenes que van camino de convertirse en grandes estrellas del fútbol europeo. El mismo Iñaki Williams, Yeray Álvarez o Kepa Arrizabalaga.

Su fichaje busca recuperar una política perdida en can Barça como es la confianza en el fútbol base. En las últimas temporadas, Sergi Roberto ha sido el único jugador criado en La Masia que ha tenido protagonismo con el primer equipo. Ahora, Valverde, conocedor de la casa porque 'vivió' allí como jugador con Johan Cruyff de entrenador (1988-1990), tendrá que empujar una hornada de juveniles a la que se le adivina muchas y buenas condiciones. Una generación liderada por Carles Aleñá y con jugadores interesantes como Jordi Mboula o Marc Cucurella.

Acaba contrato

Con el fichaje de Valverde, el Barça hace realidad un deseo del pasado. El entrenador era una de las alternativas a sustituir a Tito Vilanova y, después, a Gerardo Martino. En la primera ocasión, Sandro Rosell pasó por delante de la dirección deportiva con su candidato y en la segunda, la negativa de Valverde a romper el contrato que lo ligaba al Athletic llevó a Andoni Zubizarreta, entonces director deportivo del Barça, a fichar Luis Enrique.

Ahora, la situación es bien distinta. Valverde acaba contrato el 30 de junio y lo hace con la sensación de haber cerrado un ciclo. A pesar del deseo de la afición vasca, es inevitable que no busque nuevos retos. Y el del Barça es un reto mayúsculo. A finales de febrero, en una entrevista con el club, el mismo Valverde ya reconoció que quería marcharse por decisión propia y no porque así lo quisiera el Athletic: "No sé hasta dónde llegaré, pero por descontado que no quiero que el Athletic me enseñe la puerta de salida para marcharme y salir mal de aquí". Unas declaraciones premonitorias. Llega el 'momento Valverde'. Y merece paciencia.