El FC Barcelona trabaja sin descanso en la planificación de su futuro inmediato y una de las carpetas abiertas en los despachos es la de Eric Garcia. El defensa catalán acaba contrato el próximo verano y, aunque desde el club ya han trasladado su deseo de renovarlo, la decisión final no será tan sencilla.
El Barça quiere continuidad
En la dirección deportiva valoran de forma muy positiva el rendimiento de Eric. Tras varias temporadas de altibajos, ha conseguido asentarse en el equipo y, bajo las órdenes de Hansi Flick, se ha mostrado más maduro y regular. Su capacidad para jugar tanto de central como de lateral derecho le convierte en un perfil muy útil para la plantilla.
Por ese motivo, Deco ya ha iniciado los movimientos para convencer al jugador y extender su contrato más allá de 2026. La intención es clara: Eric es considerado una pieza importante para el futuro.
Eric quiere sentirse clave
La otra parte de la historia es la del propio futbolista. Eric Garcia tiene muy claro que su objetivo es seguir en el Barça, pero no a cualquier precio. El central entiende que está en el momento más importante de su carrera y quiere sentirse realmente importante dentro del equipo.
En este inicio de temporada, Flick le ha dado protagonismo, pero Eric es consciente de que la competencia es feroz: Cubarsí y Christensen parten con ventaja en el eje de la defensa, mientras que Araujo sigue siendo un nombre pesado en el vestuario. De ahí que el catalán se lo piense: si su rol se limita a ser un suplente habitual, no está dispuesto a hipotecar su carrera con una renovación automática.
La decisión se acerca
Desde el entorno del jugador aseguran que Eric evaluará su situación en los próximos meses. Quiere ver qué papel le otorga Flick en partidos importantes, cómo evoluciona su protagonismo y, sobre todo, si siente que el entrenador confía en él para algo más que ser una simple rotación.
Mientras tanto, el Barça no quiere esperar demasiado. La experiencia con otros jugadores que salieron gratis ha dejado lecciones en el club, y la prioridad es no llegar a enero sin una decisión clara. A partir de esa fecha, el defensa podría negociar libremente con cualquier otro club, algo que Joan Laporta quiere evitar a toda costa.
Un pulso abierto
La situación de Eric Garcia es, en definitiva, un pulso entre la ambición del jugador y las necesidades del Barça. Si Flick logra consolidarlo como una pieza clave, la renovación podría cerrarse pronto. Pero si no ocurre, el futuro del central podría dar un giro inesperado. Por ahora, todo está abierto y en el Camp Nou saben que la pelota está en el tejado de Eric.