El nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, es un showman en la política, en su vida diaria y en el deporte. El 45º presidente norteamericano demostró hace nueve años que la lucha libre y la WWE también es su mundo.

Trump es un multimillonario excéntrico que incluso se propuso comprar el negocio de la WWE, compañía dedicada a la lucha libre. Un deporte en auge y con mucha popularidad la última década y en el cual tuvo una intervención destacada el actual presidente de los Estados Unidos.

El político republicano empezó a aparecer en los shows de la lucha libre norteamericana de manera regular el año 2007. Entonces también tuvo una serie de enfrentamientos con Vince McMahon, accionista mayoritario del popular deporte y negocio que mueve masas. Su reinado acabó con la demoninada 'Batalla de los Millonarios'.

El pelo de Trump, en peligro

Las diversas apariciones de Trump en los shows que se iban produciendo por todo Estados Unidos acabó concluyendo en una lucha final entre los dos multimillonarios. El reto consistió en una lucha cara a cara entre el luchador de Trump y el de McMahon. El perdedor tenía la obligación de raparse el pelo al cero.

La lucha definitiva tuvo lugar en Wrestlemania. Trump llevó como luchador a Booby Lashley, mientras Vince McMahon llevó a Umaga. Una batalla feroz, que incluso, acabó con un Trump agresivo y golpeando al máximo mandatario de la WWE. El nuevo presidente de los Estados Unidos salió vencedor y rapó el pelo a McMahon.

Trump es agredido en la WWE

Pero la cosa no acaba aquí, porque el nuevo presidente de los Estados Unidos también recibió. Trump, en una de sus intervenciones en la WWE, fue golpeado por Stone Cold después de haberlo provocado.