La final de esta Champions League enfrentará dos estilos, no basados en el juego, sino en la cartera. Mientras que el PSG ha desembolsado aproximadamente 800 millones de euros en su plantilla actual, el Bayern de Munich ha gastado unos 350 millones, dejando de lado el abuso de dinero y centrándose más en la proyección de sus jugadores.
París Saint-Germain
Desde que Nasser al-Khelaifi comprara el equipo francés en 2011, el PSG ha desembolsado más de 1.300 millones de euros en las compras de jugadores con un objetivo claro y ambicioso: ser el mejor equipo del mundo. Y este hito paso, obviamente, para ganar la Champions. Casi una década después, el conjunto parisino está a un paso de conseguirlo, con una plantilla que ronda los 800 millones de euros.
La compra mayor y más ruidosa es la de Neymar Jr. El PSG pagó la cláusula de rescisión de 222 millones de euros y el exjugador blaugrana hizo las maletas hacia Francia en el 2017. Una muestra de la política de fichajes de un equipo donde el dinero no es mucho impedimento para conseguir el objetivo: ¿lo quiero? Lo tengo.
Neymar, el activo más caro del PSG
Si hacemos el desglose, en la portería se han gastado 15 millones en Keylor Navas, mientras que Sergio Rico estaba cedido y los otros dos porteros provenían del plantel. En defensa, 172,5 millones de euros. Una cantidad elevada que tiene como máximo protagonista Thiago Silva, llegado por 42 kilos. En el medio del campo, 199 millones de euros. El más caro de todos fue Ángel Di María, proveniente del Manchester United por 63 millones, un fichaje amortizado con los 5 años que lleva en París. Por último, la delantera: 417 kilos. Una cantidad desorbitada repartida en tres jugadores: Neymar (222), Kylian Mbappé (145) y, el más reciente de todos, Mauro Icardi (50).
Bayern de Munich
Por otra parte, el equipo bávaro, un club que lleva 25 partidos imbatidos, con sólo un empate y el resto de victorias. Un equipo que se ha revalorizado con la entrada de Hans Flick en el banquillo a finales del año pasado y que ha sabido sacar el máximo rendimiento de su cantera, con una inversión de 356 millones de euros en su plantilla.
El Bayern de Munich celebrando un gol
Algunos ejemplos claros son los de David Alaba y Thomas Müller, dos pilares en el once titular del Bayern desde hace años y que están viviendo una segunda juventud, sobre todo el segundo. En cambio, la inversión más alta se hizo Lucas Hernández, el defensa procedente del Atlético de Madrid por el cual el equipo alemán apostó de lo lindo: 80 millones de euros.
Y haciendo el desglose, en la portería se han gastado 33,5 millones, con Manel Neuer como el activo más caro (30). En defensa, unos 157 kilos aproximadamente, con el citado Lucas Hernández como compra más cara de la plantilla actual y de la historia del club. En el medio del campo, 128,5 millones, siendo Corentin Tolisso el jugador más caro (41,5). Finalmente, en la delantera: 37 kilos. Kingsley Coman es el delantero más caro de la plantilla, con un coste de 21 millones de euros. Sorprende, cuando menos, que Robert Lewandowski, el máximo goleador del equipo, llegara a coste 0, ya que fichó libre procedente del Borussia Dortmund.
Robert Lewandowski celebrando un gol
Esta es la carta de presentación económica de los dos finalistas de la Champions, una final donde veremos si prima más el desembolso o la revalorización.