La planificación deportiva del Atlético de Madrid para esta temporada podría sumar un giro inesperado. Según informa Marca, el conjunto colchonero está valorando seriamente pagar la cláusula de rescisión de 60 millones de euros de Takefusa Kubo, actualmente en la Real Sociedad, con la intención de sumar desequilibrio, velocidad y gol en el tramo final del mercado estival.
La opción del internacional japonés no es nueva en los despachos del Metropolitano, pero gana fuerza ante las posibles salidas que se prevén en los próximos días. Simeone quiere reforzar la parcela ofensiva con un perfil distinto al de sus actuales atacantes, y ve en Kubo un complemento ideal para aumentar la competitividad, especialmente pensando en la evolución de Giuliano Simeone, aún sin minutos de peso en el primer equipo.
Un perfil ideal para el sistema de Simeone
Kubo, de 23 años, es un futbolista versátil, con capacidad para actuar por ambas bandas, con regate corto, visión y capacidad de asociación en campo rival. Su última temporada en San Sebastián, con 7 goles y 5 asistencias en LaLiga, ha consolidado su estatus como uno de los extremos más desequilibrantes del campeonato.

Simeone considera que el japonés puede aportar soluciones inmediatas en el último tercio, tanto si se parte desde el 4-4-2 como si se opta por un sistema más flexible. La Real Sociedad, por su parte, se mantiene firme: no hay negociación posible y remite a su cláusula, como ya ocurrió con Zubimendi. Si el Atlético quiere llevárselo, deberá abonar los 60 millones en su totalidad.
El Real Madrid, protagonista indirecto del movimiento
Un matiz relevante en esta operación es el interés económico que mantiene el Real Madrid sobre Kubo. El conjunto blanco, que vendió al japonés a la Real Sociedad en 2022 por una cantidad cercana a los 6 millones, conservó un 50% de los derechos sobre una futura venta. En caso de ejecutarse la cláusula, el club blanco ingresaría automáticamente 27 millones de euros, una plusvalía notable y sin necesidad de mover ficha.

Este factor añade una dimensión incómoda para el Atlético: reforzar a su eterno rival de forma indirecta mientras mejora su plantilla. No obstante, en el Metropolitano parecen dispuestos a asumir ese coste si el técnico argentino considera que el jugador puede ser decisivo.
Por ahora, no hay negociaciones en marcha ni movimientos oficiales, pero las conversaciones internas en el Atlético ya han puesto el nombre de Kubo sobre la mesa. La decisión final dependerá de cómo se mueva el mercado en estos días y de si el club logra aligerar masa salarial con alguna salida relevante.
El Atlético necesita un golpe de efecto y Kubo podría ser la pieza que encaje en un rompecabezas que aún no está cerrado.