El Atlético de Madrid piensa en reforzar su centro del campo de cara a esta temporada, y el nombre que más fuerza ha tomado en las últimas horas es el de Marc Casadó. Diego Simeone ha trasladado directamente al club la necesidad de incorporar un mediocentro de garantías y el jugador azulgrana encaja perfectamente en el perfil que busca el técnico argentino: trabajo, sacrificio, intensidad y capacidad para equilibrar al equipo en los momentos más exigentes.
En el Barça, la situación de Casadó es delicada. Tras una temporada en la que llegó a ser titular debido a la lesión inicial de Frenkie de Jong, el joven mediocentro dejó grandes sensaciones en varios partidos, aunque una pérdida de balón en el choque frente al propio Atlético le pasó factura en los planes de Hansi Flick. Con el regreso del neerlandés, el canterano quedó relegado a un papel más secundario, acumulando minutos en rotaciones o cuando surgía algún contratiempo físico en el centro del campo.
El problema es que el Barça necesita vender. La entidad azulgrana aspira a repetir una temporada brillante, compitiendo por todos los títulos nacionales y alcanzando al menos las semifinales de la Champions League, pero para ello debe cuadrar el fair play financiero. Y Casadó, con 21 años, proyección, experiencia y buen cartel en Europa, aparece como una de las opciones más claras para hacer caja.
Interés de la Premier, pero Simeone aprieta
Hasta hace unos días, el futuro de Casadó parecía más orientado hacia Inglaterra. West Ham United y Wolverhampton habían mostrado un interés real en el centrocampista, abriendo conversaciones para explorar un posible traspaso. Sin embargo, la irrupción del Atlético puede cambiarlo todo. Simeone considera que necesita un perfil como el de Casadó para complementar a jugadores como Koke y Johnny Cardoso, y ofrecer así más alternativas en un curso donde la exigencia volverá a ser máxima.
En el club rojiblanco, además del azulgrana, se han manejado otros nombres como Rúben Neves, actualmente en Arabia Saudí, o Mauro Arambarri, del Getafe, que también podría salir. Pero la juventud, el margen de crecimiento y la experiencia de Casadó en un club de élite juegan a su favor.
Un jugador con recorrido
La pasada temporada, Casadó disputó 36 partidos oficiales con el Barça, sumando más de 2.400 minutos, en los que aportó un gol y una asistencia. Números que, más allá de las estadísticas, reflejan la confianza que, en varios tramos del curso, depositó en él el cuerpo técnico. Su capacidad para adaptarse a diferentes escenarios y su intensidad en la recuperación lo convierten en un futbolista que encaja a la perfección en la filosofía de Simeone.
Ahora, todo dependerá de las negociaciones entre el Barça y el Atlético. Laporta y Deco no verían con malos ojos una venta cercana a los 30 millones de euros, mientras que Simeone aprieta para que su club no deje escapar a un jugador que, en su opinión, podría convertirse en un pilar de futuro para el centro del campo rojiblanco.