Se llama Diego Armando Planes y tiene 26 años. Cuando nació, con Maradona jugando de nuevo en el fútbol argentino, su madre decidió que debía llamarse como el 10, el gran héroe de los argentinos. No es de extrañar, pues, que a medida que fue creciendo, su idilio por Maradona aumentara, hasta idolatrarlo como si se tratara de un dios.

Es por eso que, al enterarse de la muerte de su tocayo, Diego Armando Planes no lo ha dudado y se ha personado en la Casa Rosada de Buenos Aires, con la particularidad que lo ha hecho de rodillas, como  muestra de gratitud eterna.

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Diego Armando Planes, atendiendo a los medios argentinos / Diario Olé

Más de un kilómetro de rodillas por su tocayo, Diego Armando

Residente en Zárate, a 100 kilómetros de Buenos Aires, Diego Armando ha ido en autobús hasta la capital, se ha bajado en la Avenida 9 de Julio y, de ahí, ha recorrido más de un kilómetro de rodillas, con un cartel en el que se leía: "Dios no muere”.

La escena, como es obvio, ha despertado el interés de la prensa argentina, que lo ha entrevistado. Cuestionado por su pasión por Maradona, Diego Armando lo ha tenido claro: "Le agradezco mucho a mi vieja por darme este hermoso nombre que lo voy a llevar para siempre en mi vida”.