Ousmane Dembélé fue el gran protagonista del partido de ida de semifinales de la Champions League entre el PSG y el Arsenal. El conjunto parisino se impuso 0-1 en el Emirates Stadium gracias a un gol del atacante francés, que volvió a dejar claro que atraviesa uno de los momentos más dulces de su carrera. En una temporada de reivindicación total, 'el Mosquito' está volando más alto que nunca… y con la mirada puesta en una hipotética final contra su exequipo, el FC Barcelona.

El extremo, que abandonó el Camp Nou para firmar por el PSG a cambio de 50 millones de euros, se ha convertido en uno de los hombres clave del equipo dirigido por Luis Enrique. Su actuación en Londres fue un nuevo ejemplo de su impacto: desequilibrante, preciso y decisivo. Pero más allá de su rendimiento puntual, los números de Dembélé en 2025 son abrumadores: ya suma 45 goles entre tantos y asistencias en lo que va de año, siendo uno de los jugadores más productivos de toda Europa.

Dembélé gol Brest PSG / Foto: Europa Press
Dembélé gol Brest PSG / Foto: Europa Press

En modo Balón de Oro

Dembélé se ha metido de lleno en la carrera por el Balón de Oro. Su regularidad, su influencia directa en los resultados de su equipo y su crecimiento en partidos grandes han sido diferenciales. El extremo galo no solo ha sido un puñal en la Ligue 1, también ha brillado en la máxima competición continental, donde ha aparecido en todos los momentos importantes del torneo.

Esta explosión de rendimiento le ha puesto en el radar de los votantes del galardón más prestigioso del fútbol individual, donde curiosamente su gran rival podría ser su excompañero Raphinha. El brasileño también está completando una campaña sobresaliente con el Barça, siendo determinante en la Copa, LaLiga y Champions, pero la recta final será decisiva para inclinar la balanza entre ambos extremos.

Raphinha celebracion gol Dembele / Foto: EFE
Raphinha celebracion gol Dembele / Foto: EFE

Un mensaje para el Barça

El jugador francés dejó atrás su etapa en el Barça con una relación agridulce. A pesar de haber sido importante en varios tramos, las lesiones y su irregularidad le impidieron consolidarse plenamente. Sin embargo, su paso al PSG ha supuesto un punto de inflexión. Luis Enrique ha confiado plenamente en él, y Dembélé ha respondido con rendimiento y madurez, algo que no siempre pudo mostrar en el Camp Nou.

Raphinha, en el espejo

El gran perjudicado de esta resurrección de Dembélé podría ser Raphinha, cuya candidatura al Balón de Oro dependía en buena parte del papel del Barça en la Champions. Si los de Flick avanzan a la final y el brasileño mantiene su influencia, el duelo con Dembélé por el reconocimiento individual estaría servido. Sin embargo, si el Barça tropieza ante el Inter y el PSG avanza, el francés tomaría clara ventaja.

Lo que está claro es que Dembélé ha vuelto a la élite por la puerta grande. Ya no es solo un talento inestable, ahora es un líder ofensivo, un jugador determinante que, además, se ha fijado un objetivo ambicioso: levantar la Champions… y, de paso, disputar el Balón de Oro con una amenaza directa a su sucesor en el Barça.