El Barça se ha marcado un plazo máximo para resolver el futuro de Ronald Araújo, quien en estos momentos se ha convertido en uno de los grandes problemas, y es una incógnita saber qué sucederá con él. De momento, Hans-Dieter Flick ya ha dejado muy clara su intención, que es la de dar salida al ‘4’, quien tuvo un rol totalmente secundario durante el anterior curso, y se convirtió en la última opción en las rotaciones para la retaguardia.
Se vio claramente superado por Pau Cubarsí y por Íñigo Martínez, que se consagraron como indiscutibles, y antes prefirió apostar por Eric García e incluso por Andreas Christensen. El técnico alemán quedó muy decepcionado con las actuaciones del internacional uruguayo, que hasta hace poco era considerado como uno de los mejores centrales del planeta, pero está muy lejos de su mejor versión, y se ha mostrado especialmente propenso a cometer errores graves.
En especial, en partidos importantes, como en la Champions League, cuando fue el principal señalado por la eliminación en semifinales a manos del Inter de Milán, tal y como sucedió hace un año, frente al Paris Saint-Germain. El ex de Boston River ha cavado su propia tumba, y en el Camp Nou prefieren perderlo de vista, para poder ahorrarse el elevado salario que percibe, y así conseguir obtener una importante compensación económica a cambio.
Joan Laporta y Deco están de acuerdo en traspasar a Araújo, a pesar de que sigue siendo el segundo capitán del primer equipo, pero hay un problema que complica enormemente las cosas. Y es que no reciben ofertas en firme por el futbolista de 26 años, que tiene una cláusula de rescisión valorada en 60 millones de euros, y que ningún equipo se ha mostrado dispuesto a pagar. Ni siquiera, la Juventus de Turín, que llegó a tener cerrado su fichaje en el mes de enero.
La paciencia en el Barça comienza a agotarse con el defensor, y si en seis días las cosas siguen igual, acabará permaneciendo a las órdenes de Flick, y tendrán que vender a otra pieza.
Christensen sería el perjudicado por la continuidad a Araújo
Si finalmente Araújo se queda a las órdenes de Flick, el Barça tendría que traspasar a otro jugador, y Christensen sería el perjudicado, ya que tan solo tiene contrato hasta 2026.
La intención de ambas partes es renovar este vínculo, pero si el ‘4’ se queda, el danés se vería obligado a decir adiós.