El Girona hace tres días que celebra un ascenso histórico. Una celebración justificada porque el club se estrenará en Primera División después de 86 años. El empate contra el Zaragoza (0-0) puso punto y final a una agonía que hacía tres temporadas que se alargaba. Ahora, el club, tiene claras cuáles son las líneas maestras de un proyecto para consolidarse entre la élite del fútbol español.

Montilivi

El estadio Municipal de Montilivi tiene capacidad para 9.200 espectadores, una cifra que no llega al mínimo establecido por la Liga de Fútbol Profesional. Los estatutos de la Liga, en el artículo número 19 referente a instalaciones deportivas, señala que los campos de Primera tendrán que tener un aforo mínimo de 15.000 espectadores.

El campo del Girona superaba el mínimo establecido por los recintos de Segunda (6.000 espectadores) pero se queda pequeño para dar el salto de categoría. Así, el club tendrá que aprovechar el verano para hacer obras y aumentar la capacidad de Montilvi. Al tratarse de un estadio municipal, la responsabilidad es compartida con el Ayuntamiento. Marta Madrenas, alcaldesa de Girona, aseguró en Rac1 que el consistorio haría todo el pasible para ayudar al club: "Si todo va bien y los estudios son correctos, se aumentaría el aforo con una grada suplementaria de entre 2.500 y 3.000 personas. Eso sería una primera fase. El próximo año se podría crecer con 3.000 más gracias a una gradería situada en el Gol norte".
 

Estadi Montilivi Girona Girona FC
Así está el estadio municipal de Montilivi / Girona FC

Según Madrenas, el club ya tenía previsto dedicar las vacaciones a mejorar el estadio con obras en los lavabos y en los accesos. Unas obras que no estaban condicionadas por el ascenso del primer equipo.

Evitar el descenso

El único objetivo del Girona para la temporada 2017/18 es mantener la categoría. El equipo no puede aspirar a más después de ser un recién llegado. El club tendrá que dotar la plantilla de herramientas suficientes para acabar entre los 17 primeros y consolidar el ascenso.

Por primera vez en los últimos once años, la Primera División contará con tres equipos catalanes. El Girona acompañará a Barça y Espanyol con la esperanza de sobrevivir a una categoría cada vez más complicada. Los gerundenses tienen que tener en mente las últimas experiencias del Nàstic de Tarragona (2006/07) y el Lleida Esportiu (1993/94) en Primera. Los dos equipos sufrieron el 'mal de altura' y el ascenso se convirtió en descenso una temporada después.

Subir a Primera tiene premio: 46 millones de euros. El Girona ingresará unos 41 millones más por derechos de televisión y tendrá que invertirlos con acierto para poner las primeras piedras de un proyecto que quiere convertir la Segunda División en un recuerdo.

Seguir con Machín

La secretaría técnica tiene la misión de acertar en las incorporaciones y concentrar las inversiones en futbolistas que mejoren la plantilla y den un salto de calidad imprescindible para adaptarse al cambio de categoría. Quique Cárcel, director deportivo, ha reconocido que hace meses que trabaja en la confección del nuevo equipo y ha asegurado que algunos fichajes ya están aparaulats. Unos fichajes que cuentan con el visto bueno del entrenador Pablo Machín, que a pesar de tener ofertas para marcharse, será el encargado de dirigir el Girona en su debut en Primera. "Lo más normal es que siga", reconoció el entrenador sobre el mismo césped de Montilivi.

La continuidad de Machín, principal artífice del resurgir del club en las últimas cuatro temporadas, la corrobora el presidente Delfí Geli: "Llevamos mucho tiempo juntos, ha hecho un gran trabajo y se merece disfrutarlo en Primera”.

Caras nuevas

Cárcel tendrá que asumir el difícil papel de dar bajas a futbolistas que tienen un vínculo emocional con el club. Se prevé un verano movido entre salidas, cesiones y fichajes. La clave, será mantener el bloque en el que ha confiado Machín durante toda la temporada y reforzarlo con jugadores que tengan el nivel suficiente para rendir a Primera Divisió.

El Girona afrontará el mercado de fichajes con las espaldas cubiertas. Y es que el club reforzará su vínculo de colaboración con el Manchester City. Esta temporada, las cesiones de jugadores jóvenes como Pablo Maffeo y Pablo Marí ya han evidenciado las buenas relaciones entre los dos clubs. Una relación que se intensificará con el ascenso.

Txiki Begiristain, director deportivo del City, ya ha anunciado que algún jugador más hará el mismo camino que Maffeo i Marí: "Los ayudaremos -al Girona- en lo que podamos. Tenemos muy buena relación y creo que habrá algun cedido más pero tenemos que hablar con ellos".

El Barça también podría ser una pieza clave en el rearme del Girona para afrontar el reto de mantener la categoría. Si el filial blaugrana acaba la temporada sin conseguir el ascenso a Segunda, el club gerundense se puede convertir en un aliado perfecto para hacer crecer las promesas más firmes de La Masia que no tienen espacio en el primer equipo. Un trato donde las dos partes saldrían ganando.