Cristiano Ronaldo pudo aterrizar en el Barça durante el verano, ya que fue ofrecido por su representante, Jorge Mendes. Sabía que Joan Laporta estaba buscando a un delantero goleador, que pudiera convertirse en la referencia ofensiva del equipo, y por ese motivo el agente portugués no lo dudó ni un segundo a la hora de poner sobre la mesa del Barça el nombre de su cliente estrella. Y llegó a haber conversaciones avanzadas, y no estuvo lejos de suceder.
En el Camp Nou no veían con malos ojos la contratación del cinco veces ganador del Balón de Oro por varios motivos. El primero es porque garantizaba una gran cantidad de goles cada temporada, y además ya conoce La Liga Santander perfectamente. El segundo es porque supondría un golpe letal al eterno rival, el Real Madrid, donde CR7 es el máximo anotador de la historia de la entidad. Y también tendría un impacto brutal en cuanto al marketing.
Por último, no hubiese sido una operación muy cara. El Manchester United se conformaba con recuperar los 25 millones de euros que pagó a la Juventus de Turín en verano de 2021, y el ex del Sporting de Portugal estaba dispuesto a hacer un esfuerzo y bajarse el sueldo para poder regresar a España, un país que tanto él como su familia añoran. Aunque finalmente todo quedó en nada, pues hubo una persona que vetó su incorporación.
El responsable de que Ronaldo no llegara al Barça fue un Xavi Hernández que no quería saber absolutamente nada sobre el tema. Pedía que se centraran en Robert Lewandowski, que le convencía mucho más, pese a ser más caro, y que se olvidaran de Cristiano. A su juicio, traer a un crack con la personalidad del luso podía ser una cosa realmente perjudicial para el vestuario, y podría generar demasiados problemas. Por eso pidió a Laporta que se olvidara de él.
Y así lo hizo, una decisión acertada, viendo el brillante rendimiento del polaco en sus primeros meses como azulgrana, y el declive en el cual está inmerso el futbolista de los ‘red devils’.
Ronaldo no encuentra su lugar con Erik Ten Hag
Por primera vez en su carrera, Ronaldo se enfrenta a una situación completamente nueva y desconocida para él. Porque es suplente habitual, y no parece tener sitio en los planes de Erik Ten Hag, quien sabe si por decisión técnica, o como castigo por haberse declarado en rebeldía para forzar su salida.
Tampoco ha aprovechado sus minutos cuando los ha tenido, y en Old Trafford parece difícil que sea capaz de recuperar la titularidad. Por ello sigue pensando en irse, y Mendes le busca un comprador.