Philippe Coutinho llega al Barça con el cartel del fichaje más caro de la historia del club. 160 millones de euros es la cifra que ha trascendido a la prensa y la cantidad que los blaugrana han pagado en el Liverpool, aunque no se ha querido especificar. El brasileño entra dentro de la historia y también para ser uno de los timones de la próxima década. "Es un gran honor ser el fichaje más caro de la historia del Barça", ha asegurado en uno de los días más felices de su vida.
Una gran sonrisa de oreja en oreja ha marcado el posado del brasileño durante toda la jornada. Ha sido el día 'C', el día de Coutinho, el día de la felicidad y el día de los honores. El mediocampista brasileño ha querido agradecer al presidente, a la directiva y al club por la paciencia por su llegada, pero también en el Liverpool porque "entendieron bien cuál era mi sueño y fueron unos hombres de palabra conmigo". Ahora los máximos honores para él son "jugar al lado de Leo Messi y de Luis Suárez", además de tener a partir de ahora jugadores de altísimo nivel en su lado.
Un sueño hecho realidad
Típico, pero repetido en el Auditori 1899. Coutinho ha confesado una vez y otra durante la rueda de prensa que fichar por el Barça "era un sueño". Todavía le cuesta creer que después de meses buscando acabar jugando al Camp Nou, todo ha ido bien y finalmente todo se ha encarilado este enero.
"He soñado muchísimas veces jugar al Camp Nou, marcar un gol, ganar partidos...", reflexionaba con la mirada apuntando al infinito. Y también refiriéndose al Barça como "el mejor club del mundo, que tiene los mejores jugadores y grandes ídolos míos han pasado por aquí y también están jugando ahora mismo", ha añadido el brasileño.
Como si fuera un regalo de Reyes y el brasileño ya tiene lo que deseaba. "Quería venir aquí, ser feliz, disfrutar y ganar títulos", ha explicado. Un discurso mucho de futbolista, pero que con la cara pagaba. La felicidad es máxima.
Jugar al lado de los mejores
Alejándose del tema del dinero y dejándolo para los clubs, también ha querido alabar a sus nuevos compañeros. Una de sus confesiones ha sido la admiración por Andrés Iniesta: "Iniesta para mí es un genio, y es un gran honor convivir y aprender con él".
No ha querido posicionar sobre el terreno de juego porque "es cosa del entrenador", pero no ha dudado al asegurar de que quiere jugar y disfrutar con la pelota. Ahora, sin embargo, tendrá que esperar porque estará veinte días lesionado. Y el próximo objetivo es que "en los próximos cinco años pueda jugar y disfrutar".
La actualidad manda
Sin esconderse de hablar de la actualidad blaugrana, Coutinho ha explicado que en términos de la clasificación de la Liga "todavía no está todo hecho". El Real Madrid está a dieciséis puntos, pero "es un campeonato muy difícil".
Muy buenas referencias de Luis Suárez, Paulinho y también de Neymar, que le ha confesado que el vestuario es "increíble". Y en todo esto, no se ha querido comparar con su compañero de selección: "Neymar es un grandísimo jugador pero tenemos condiciones diferentes".
Ahora sólo queda esperar. Los barcelonistas están impacientes para ver al nuevo mago de Río de Janeiro, ciudad de grandes estrellas como Romário de Souza o Ronaldo Nazário. Finales de enero o principios de febrero será la fecha para ver definitivamente Coutinho tocando pelota y repartiendo fútbol.
El Barça se desmarca del precio
Jordi Mestre, vicepresidente deportivo del club, no ha querido entrar en los detalles de la operación y ha esquivado todas las preguntas referentes al precio final. En la prensa han salido los 160 millones (120 fijos más 40 de variables), pero Maestro no ha entrado en el debate.
"Ha habido una rebaja sustancial del precio", ha explicado el vicepresidente, pero en ningún caso ha querido concretar nada. Maestro ha hablado de la "confidencialidad" entre Barça y Liverpool, confesando una y otra vez que "nuestra política es no facilitar información de entradas y salidas".
Por último ha querido explicar que sin saber si se han gastado más de 300 millones de euros en la contratación de Coutinho y Dembélé, una "irresponsabilidad" según Albert Soler el pasado verano y que debería provocar dimisiones, Maestro afirmó que "nuestra obligación como junta es que si nos piden un jugador y Òscar Grau dice que se puede soportar, la solución es fácil ".