Esta vez la afición del Barça sí que se ha vestido de amarillo. Después de los problemas a la pasada final de la Copa del Rey, en el Clásico, en uno de los partidos más esperados del año, la afición blaugrana ha vuelto a cambiar un poco el colores de la grada y ha introducido el color amarillo. Contra el Real Madrid se ha reclamado nuevamente la libertad de los presos políticos.

La ANC, Òmnium, Drets y la Plataforma Pro Seleccions Catalanes —entre otras entidades— han animado a los aficionados culés a ver el Clásico vestidos de amarillo. No ha habido unanimidad, pero parte de la afición ha cambiado su uniforme habitual por una reivindicación.

El Camp Nou cambia de color

Bajo el lema Tothom de groc las entidades impulsoras han querido reclamar que "la libertad no es ningún delito", y han hecho este movimiento para hacer evidente "la vulneración de los derechos fundamentales". Pero todos los actos con el respeto por encima de todo.

El amarillo no se ha convertido en el color protagonista del Clásico del fútbol español, pero en cierta manera uno de los mejores partidos del año ha cambiado, combinando el amarillo con el blanco, el azul y la grana.

Además también ha sido un día especial en las ya habituales reclamaciones de libertad e independencia en el minuto 17 con 14 segundos. Esta vez han sido unos llamamientos más sonoros que habitualmente, con un Camp Nou lleno.

Han vuelto algunos globos amarillos en varios sectores, y también se han desplegado varias banderolas con la palabra 'llibertat'. Ha sido el momento de ver nuevamente al Barça acompañado desde la grada con el color amarillo.