Cervera se ha vestido este sábado de gala para celebrar un hecho legendario que ya forma parte del motor. Dos hermanos, Marc Márquez y Álex Márquez, en lo más alto de la clasificación de MotoGP, campeón y subcampeón, y con una superioridad aplastante sobre el resto. La primera parada de la gran fiesta de los Márquez ha sido en la Paeria, donde han sido recibidos por Jan Pomés, el alcalde, que curiosamente fue al colegio con Álex Márquez. “Nos consideramos la capital mundial del deporte y eso es por vosotros. Esperemos tener muchas más recepciones y felicitaciones. Es un día para lucir, para hacer brillar la superación de estos dos hermanos. Estamos muy orgullosos de vosotros”, ha afirmado.

¿Un hecho irrepetible?

Después de la recepción oficial, los hermanos Márquez han atendido a los medios de comunicación, en la que han mostrado su orgullo por poder llevar el nombre de Cervera a lo más alto. "Esto significa muchísimo para nosotros, es histórico. No me gusta esta palabra, porque es algo como un recuerdo. Es difícil que se vuelva a repetir, pero lo intentaremos. Recuerdo el primer podio en Tailandia, era algo irreal, que hemos ido normalizando", ha recordado Marc Márquez, que después de una auténtica odisea por culpa de las lesiones ha podido volver a lo más alto.

"Ojalá tengamos la oportunidad de celebrar más éxitos. No cambiará nada la relación, a los dos nos hace más completos. Han sido seis años de casi sufrir él con la lesión y a mí no me salían las cosas. Me gusta más único que histórico", ha puntualizado, por su parte, Álex Márquez.

Gran fiesta en Cervera

Y después, ha llegado el gran momento de la celebración, el contacto con  la afición, que se ha movilizado en masa para celebrar el doblete histórico de los hermanos Márquez. Ambos se han subido a una moto, en un convoy de más de 200 motos que les ha acompañado, y se han dirigido a los aficionados encima de un escenario. "Por la noche hace frío y nos hacemos mayores, por eso lo hacemos de día", ha bromeado Marx Márquez, ya en un ambiente más discernido. "Muy pocas ciudades pueden decir que una MotoGP real ha ido por sus calles", ha añadido entre risas. "Muchas gracias por aguantar el frío. No os puedo prometer que en 2026 estaremos aquí, pero lo vamos a intentar".

"Si os dicen que es imposible, no es imposible, solo es intentarlo", ha concluido Álex Márquez. El listón es muy alto. El año que viene, más.