Carles Aleñá volverá a enfrentarse al que fue su equipo durante tanto tiempo. Volverá a verse las caras con el FC Barcelona, el club donde se formó y el que le vio crecer. El futbolista de Mataró salió de la Masía, siendo uno de los abanderados de la cantera blaugrana. Uno de esos futbolistas con ADN Barça: un jugador de calidad, con toque, gran visión de juego y que hacía jugar a los suyos. Siempre fue el metrónomo de sus equipos.
Había grandes expectativas puestas en el centrocampista catalán. Llegó al primer equipo en 2018, después de haber pasado por todas las etapas en la base del conjunto catalán. Fue uno de los hombres más importantes en el Barça Atlètic y se tenían muchas esperanzas con él, sin embargo, su paso por la plantilla de los 'grandes' no fue como se esperaba.
De ser el sustituto de Xavi e Iniesta...
Apenas tuvo trascendencia en el primer equipo. Solo disputó 691 minutos en un Barça que tampoco contaba con grandes nombres en su posición: Arthur Melo, Riqui Puig, Ivan Rakitic o Arturo Vidal. Pero Ernesto Valverde, entrenador por aquel entonces del conjunto blaugrana, lo veía demasiado verde o, simplemente, no lo veía.
Tal vez, la presión sobre el chaval, hizo que no demostrara el fútbol que se le presumía, y es que estaba llamado a ser el nuevo Xavi Hernández o el nuevo Andrés Iniesta. Muchas veces se quiere alzar a un jugador, para que se crezca, a la altura de grandes leyendas, pero flaco favor se hace a un futbolista tan joven. Una losa que, muchas veces, acaba por deshacer al jugador.
Es lo que pudo pasar con Aleñá, que no acabó de encajar en el Barça. En la temporada 2019-20 salió cedido al Betis, donde empezó a tener más protagonismo y dio muestras de su calidad, pero volvió al Camp Nou, esperanzado de dar ese paso que le faltaba, pero no lo consiguió. Volvió a salir cedido, esta vez al Getafe, donde parece haber encontrado su sitio.
... A reinventarse en el Getafe
La historia de Aleñá ha sido el claro ejemplo de un futbolista que ha sabido reinventarse. Una historia de lo que pudo ser y no fue, pero de saber renovarse hasta encontrar tu lugar, y lo ha hecho en el Coliseum. Tras su primera cesión, el futbolista se ha ganado los corazones de la parroquia azulona, fue un hombre importante para los objetivos de los getafenses, que decidieron quedarse al de Mataró en propiedad.
Ahora, es un centrocampista diferente. Esencial en los planes de Quique Sánchez Flores, ha sido titular en 20 partidos de la Liga. Pero ya no es tanto ese centrocampista de toque. Como decíamos, se ha adaptado a las circunstancias. Ahora es un jugador mucho más sacrificado en defensa, más agresivo y amoldado a las exigencias de un equipo como el Getafe.
El enfrentamiento de mañana, sin duda, será muy especial para Carles Aleñá. Pero ya no es el que era. Su corazón seguirá bombeando sangre blaugrana, pero ahora es un azulón más. El Getafe le ha dado la comodidad que necesitaba, lejos de la presión de ser el relevo de Xavi e Iniesta. Una historia como la de muchos que pudieron ser y no fueron.