Aurelien Tchouameni supuso una inversión de 80 millones de euros, que pueden llegar a ser 100 en función de distintas variables. El Real Madrid no lo dudó ni por un instante, e hizo una importante apuesta por un jugador que venía de maravillar en la Ligue1. Veían en él a un perfecto sucesor para Casemiro, que pocas semanas más tarde acabó firmando por el Manchester United, y los informes de los ojeadores recomendaban cerrar esta incorporación.
Pero, por ahora, no está dando los resultados esperados. Es cierto que ha tenido algunos problemas con las lesiones, que han hecho que se pierda unos cuantos partidos, pero cuando ha estado disponible no ha acabado de consolidarse como una pieza fundamental. Ha demostrado el poderío físico que tiene, y nadie discute que todavía es muy joven, y por lo tanto sigue habiendo un gran margen de progresión. No obstante, Carlo Ancelotti no acaba de estar plenamente satisfecho.
Exige mucho más al ex del Girondins de Burdeos y del AS Mónaco, que en estos momentos parece tener un papel secundario. Y es que hay otro jugador de la plantilla que está haciendo méritos para ser imprescindible, y que ahora mismo está por delante del ‘18’ en las rotaciones. Nos referimos a Eduardo Camavinga, quien por fin está disponiendo de la continuidad y la regularidad que tanto pedía, y se ha asentado en el Santiago Bernabéu.
Florentino Pérez es el primero que tenía una confianza total en Tchouameni, sin embargo, no se puede discutir que el ‘12’ se ha ganado el puesto a base de trabajo y de esfuerzo. Ha demostrado entenderse mucho mejor con Luka Modric, Toni Kroos o Dani Ceballos, y ha protagonizado una serie de actuaciones muy buenas. Por ejemplo, contra el Liverpool, donde estuvo casi perfecto, recuperando muchos balones, y distribuyendo el juego con criterio.
Además, cuando le ha tocado actuar como lateral zurdo, también se ha mostrado muy solvente, demostrando la inteligencia y la polivalencia que tiene, dos cosas muy bien valoradas por el cuerpo técnico.
Camavinga, intocable en el Madrid
Camavinga por fin ha dado el paso al frente que se esperaba este curso, y todo hace indicar que seguirá siendo intocable para Ancelotti, es decir, que formará parte del once inicial en el derbi contra el Atlético de Madrid, y en el Clásico de la Copa del Rey frente al Barça.
Su venta está descartada, y Tchouameni tendrá que pelear para volver a recuperar la titularidad.