El tercer referéndum de una moción de censura en can Barça está camino de ser una realidad. Después de recoger sobradamente más de 16.521 firmas, las necesarias para forzar la votación, Josep Maria Bartomeu y su junta empiezan a sufrir. El actual presidente blaugrana se quiere aferrar sea como sea a su silla y acabar de cumplir el mandato para evitar futuros problemas y sacudirse las responsabilidades económicas.

Acabar el mandato

Bartomeu no podía dimitir después del desastre contra el Bayern de Munich porque sobre él y su junta estaba el peso de la desastrosa temporada 2019/20. No por la catástrofe deportiva, sino por la crítica situación económica del club. A pesar de los cerca de 100 millones de euros de pérdidas que presentará la junta en la próxima Asamblea de Compromisarios, marcada por los devastadores efectos financieros de la pandemia del coronavirus, Bartomeu necesita que los socios aprueben sus números. Otra cosa es el tema de si el Consejo Superior de Deportes finalmente perdona a las SADs (Sociedades Anónimas Deportivas) como el Barça, el Real Madrid, el Athletic Club o el Osasuna y que sus directivos no tengan que responder con el patrimonio a las pérdidas de esta temporada (tal como marca la ley).

Josep Maria Bartomeu, presidente del Barça FC Barcelona sonrisa EFE

Bartomeu durante un acto del Barça / EFE

Bartomeu necesita superar la temporada sin tropiezos y también que la moción de censura acabe sin tener éxito. En caso que la moción no llegue a las firmas o no supere los 2/3 de los votos para echar a Bartomeu y a la junta en referéndum, el actual presidente acabaría sin problemas la temporada.

Las elecciones previstas para marzo no variarían de fechas y los plazos establecidos por los Estatutos del Barça permitirían a Bartomeu acabar el mandato el 30 de junio. Por lo tanto, acabar la temporada y tener margen hasta el último día para cuadrar números y no tener que avalar en caso de repetir pérdidas en el ejercicio actual. Si la moción no prospera, Bartomeu podría hacer lo imposible para evitar los números rojos y ahorrarse que la junta entrante pueda cuestionar las cifras y pedir una acción de responsabilidad.

Barca escudo EuropaPress

El escudo del Barça en la entrada de las oficinas del Camp Nou / EuropaPress

Éxito de la moción de censura

Pero otra cosa sería si la moción de censura prospera, ya que Bartomeu y su junta podrían acabar teniendo problemas serios. En caso de validarse las 16.521 firmas, se pasaría a hacer un referéndum entre los socios. Como temprano, entre finales de octubre y principios de noviembre se celebraría la votación. Y, en el caso de conseguir entonces más del 66% de los votos, automáticamente Bartomeu y los directivos actuales serían cesados y el club sería dirigido por una junta gestora hasta que convocaran elecciones (tendrían tres meses de margen).

Este hecho provocaría que el mandato de la actual temporada, la 2020/21, ya no sería íntegramente de Bartomeu. El nuevo presidente y la nueva junta compartiría responsabilidades al final del curso deportivo con los actuales mandatarios y, por lo tanto, podrían acabar reformulando los números y señalar a Bartomeu en la correspondiente Asamblea de Compromisarios en el caso de acabar el mandato con pérdidas.

Bartomeu asamblea Barça EFE

Josep Maria Bartomeu votando durante la Asamblea de Compromisarios / EFE

Bartomeu quiere evitar de todas todas llegar a este punto y ganar más puntos de quedar desamparados ante los socios con una acción de responsabilidad social. Joan Laporta y su junta ya sufrieron durante muchos años la acción de responsabilidad que impulsó Sandro Rosell, aunque finalmente la razón acabó siendo para la junta de Laporta.