La realidad es que el Barça no está tan bien como parecía. Los partidos contra el Villarreal y el Celta de Vigo, que fueron sencillos y un paseo para este nuevo Barça de Ronald Koeman, no se han parecido nada al duelo contra el Sevilla. El vigente campeón de la Europa League y que combatió el título de la Supercopa de Europa contra el temido Bayern de Munich hasta la prórroga, hizo tocar de pies en el suelo a los blaugrana.
Ni Ansu Fati es Messi, ni Messi está siendo Messi. Y con la baja de Ter Stegen en la portería y un equipo que le falta mucho rodaje, la pasada noche en el Camp Nou quedó demostrado la necesidad de mejora. Defensivamente el equipo fue sólido, pero no infranqueable como hasta ahora. Y ofensivamente, sin espacios, no tuvo ni ideas ni opciones.
Koeman espera refuerzos de última hora en este último lunes de mercado de fichajes para acabar de redondear la plantilla. Un delantero, un defensa y algún futbolista que sobra. Es complicado pero el Barça intentará hacer un último golpe de timón para contentar al entrenador y seguir mejorando el equipo.
Pero también hay que reconocer que este nuevo Barça es diferente al de finales de agosto. Con caras nuevas y algunas que han desaparecido. El ritmo, la entrega y el trabajo como colectivo han permitido a los blaugrana dar un salto de calidad. Pero esto puede durar más o menos... ya veremos qué pasa cuando vengan más partidos grandes.
Una Liga sin conclusiones
Sólo estamos en la jornada 5 de la Liga Santander y aún no podemos sacar conclusiones de nada, pero nuevamente el Real Madrid es líder y el Barça está muy cerca. Los blaugrana, con un partido menos, aspiran a liderar la clasificación, mientras que el Sevilla no pierde comba.
Lo más destacado de todo es la posición del Atlético de Madrid, duodécimo con sólo 5 puntos, pero también se tiene que decir que tan sólo ha disputado 3 partidos.