El Barça tiene los resultados de cara, pero el fútbol empieza a darle la espalda. El equipo acusa la baja de Andrés Iniesta y el hecho de no tener un recambio del perfil del capitán. Este sábado, contra el Sevilla en el Camp Nou (20.45 horas - beIN LaLiga), los de Ernesto Valverde tienen una oportunidad única para difuminar los últimos partidos y recuperar la línea ascendente de principio de temporada.

Sin hacer los deberes

El club sólo ha necesitado dos meses y medio para darse cuenta de que la plantilla cojea en el medio del campo. El Barça, sin Iniesta, no tiene la capacidad para gobernar los partidos y se vulgariza en un intercambio de golpes que suele ganar por el talento individual. Pero eso es supone correr unos riesgos que amenazan la racha de 15 partidos sin conocer la derrota.

El equipo no ha sido capaz de generar un relevo natural para Iniesta. Y los fichajes se han quedado, de momento, a medio camino. El Barça no tiene armas para imponerse en una guerra por la pelota y la mayoría de posesiones son estériles. De momento, Valverde ha conseguido romper la monotonía de la intrascendencia en las áreas, con Marc André Ter Stegen y Leo Messi. Los dos jugadores más en forma de la plantilla son los grandes responsables de un equipo líder en la Liga y en Europa. Pero al Barça se le tiene que pedir más que resultados, porque el relato del club no lo explican los números y sí las emociones.

En esta confusión entre puntos y juego, Messi es el gran damnificado. Contra el Olympiacos, el Barça se mostró incapaz, en muchas jugadas, de conectar con el delantero argentino, que acabó haciendo la guerra por su cuenta. Y sin embargo, se convirtió en el mejor del partido en un empate muy gris.

La titularidad de Messi contra el Sevilla vendrá acompañada de un nuevo récord: 600 partidos oficiales vistiendo de blaugrana. En 14 temporadas, el '10' del Barça ha sumado 523 goles. Cifras de otra época.

Un Sevilla desvirtuado

El cambio de Jorge Sampaoli por Eduardo Berizzo en el banquillo del Sevilla ha sido traumático. Los andaluces, quintos y en zona de Europa League después de diez jornadas, llegan al Camp Nou después de salvar el primer 'match-ball' en la Champions League contra el Spartak de Moscú.

El Sevilla, como cada verano, ha perdido piezas importantes. Y esta temporada le ha tocado reinventarse sin el artífice de los mejores años de la historia del club. Ramón Rodríguez Verdejo, conocido como 'Monchi', dejó el cargo de director deportivo después de 17 años.

El club fue al mercado con la voluntad de no dejar en anécdota un año que lo había llevado a competir de tú a tú con el Barça y el Madrid. Y así hizo el fichaje más caro de su historia: Luis Muriel, delantero de la Sampdoria, por 20 millones de euros. También han llegado futbolistas como Nolito o Banega, pero no han dado el rendimiento esperado.

La derrota por 4-0 contra el Valencia, ahora hace dos jornadas, destapó las vergüenzas de un equipo que buscará esta noche amargarle la celebración a Messi y a un Barça que necesita más fútbol que puntos.

Los once de El Nacional

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