Después de un inicio fatídico en la Eurolliga -derrotas de 20 puntos en Rusia contra el CSKA y en el último segundo en la pista de la Gran Canaria- el Barça se coloca en balance positivo por primera vez desde la jornada 1 de la temporada pasada.
Como se presuponía con la plantilla configurada este verano, el equipo se construye a partir de la defensa. Porque con Svetislav Pesic primero se trabaja detrás y entonces ya llegarán los puntos. Y este será el camino a seguir esta temporada.
Todo lo que sea que el Barça controle el ritmo del partido significará reducir posesiones e intentar dejar al rival por debajo de 75 puntos. Si el otro equipo domina se verán situaciones como la del CSKA o Granca, en el qué se juega a un ritmo frenético con intercambio de canastas y el Barça no controla el partido.
EFE
La capacidad defensiva, con ayudas largas y llegando siempre a poner la mano, tendría que ser el ADN a partir de ahora si el Barça aspira a cambiar la dinámica de los últimos años.
Si bien es cierto que el Maccabi es un conjunto irregular y con cierta anarquía en ataque, el Barça ha encadenado tramos defensivos fantásticos, dejando en 58 puntos el equipo de Israel. La versión defensiva omnipresente de Víctor Claver, vista en cuentagotas esta temporada, será clave para confeccionar el plan de Pesic.
En ataque el Barça cuenta con dos bases de perfiles opuestos. El cambio de juego con uno u otro es total. Con Kevin Pangos se juega a un ritmo más lento y más control del partido, mientras que Thomas Heurtel aumenta las revoluciones rozando el caos en algunos momentos. Ataques más anárquicos o sin involucrar todo el equipo. Puede acabar con buenas cifras anotadoras y repartiendo muchas asistencias, pero el equipo es más equipo con Pangos en pista.
Encontrar el equilibrio entre estos dos perfiles tan diferentes, incluso coincidiendo en pista al mismo tiempo, es vital si el Barça no quiere encadenar parciales ni hacer la goma cada vez que haya un cambio en la dirección de juego.
La defensa, vital para superar a los candidatos al título
Ganar en los grandes de Europa con cierta solvencia pasará para conseguir mantener el nivel defensivo contra candidatos a Final Four (Madrid, CSKA, Olympiacos, Fenerbahce, Panathinaikos...), intentando imponer un ritmo más bajo para controlar el partido.
Si empieza el intercambio de canastas y el ritmo vertiginoso se convierte en un cara o cruz, el Barça saliera perdiendo la mayoría a veces. Contra el Maccabi se han visto chispas de lo que puede ser este equipo, y por ahora, además, el 3-2 a la Eurolliga supone colocarse en posiciones de Playoffs a la espera de los resultados de la jornada del viernes.
Según Adam Hanga, el Top 8 es el objetivo del Barça –no hay que olvidar que cuenta con uno de los presupuestos más altos de la competición– de manera que mantener el balance positivo será vital si quieren asegurar uno de los lugares|sitios de Playoffs, que es realmente el qué quiere ver al aficionado azulgrana.