El lanzamiento de botellas en Mestalla ya es cosa del pasado. Después de disfrutar de una semana en que sólo se hablaba del Barça entre polémica y polémica, por fin ha llegado el fútbol. Leo Messi no ha estado del todo fino, pero ha vuelto a ser determinante en un partido en el Camp Nou y Rafinha ha sido el hombre más decisivo. Un gol en la segunda parte del centrocampista brasileño ha dado una nueva victoria al Barça en un partido muy complicado contra la muralla del Granada.

Partido de reivindicación. Ideal para que los jugadores del Barça mostraran que quieren ser protagonistas por el deporte y no por todo aquello que lo rodea. La afición los ha ayudado con dos pañoladas dedicadas a Javier Tebas. Ha sido otro día difícil para recibir a un rival que se ha centrado en no encajar goles y hacer un planteamiento ultradefensivo. Los blaugrana han tenido que madurar, pensar y persistir para finalmente desencallar.

La contundencia como antídoto

El partido ha empezado a tomar forma de la misma manera que el Barça perdió los primeros puntos de la temporada en casa contra el Alavés. Un rival cerrado, con una línea de cinco detrás; muy cerca una de cuatro; y un delantero en punta. Sin muchos espacios para los blaugrana y con una clara intención de los andaluces de quedarse detrás a la espera de no encajar goles, el marcador ha ido sumando minutos.

A falta de creación y juego entre líneas, buenos son los pases en profundidad y las recuperaciones después de pérdida. El Barça ha sido inteligente, con una presión muy alta e instantánea cuando el rival tenía la pelota. Este hecho ha dado ocasiones a los de Luis Enrique y la posibilidad de romper la igualdad.

A todo eso, se le tenía que sumar la efectividad. Las llegadas y las ocasiones estaban, pero faltaba la tan buscada contundencia. El gol llega cuando los jugadores definen y al Barça le ha costado coger el tono necesario.

El juego de área

El territorio ha sido el campo del Granada y el área andaluza. El juego ha estado concentrado en terreno enemigo. Y el Barça ha buscado encontrar los puntos débiles del rival para encontrar el primer gol y desencallar la situación de empate.

En la jugada de siempre y con los protagonistas habituales ha llegado el momento esperado. Ya en la segunda mitad y en una jugada con un lío total, Messi ha entrado por la derecha del área, pasada al medio para Luis Suárez que no la toca; la pelota llega a Rafinha que prolonga la pelota hacia Neymar, y brasileño con todo de cara envía la pelota al palo. Rafinha, muy atento, resuelve con un golazo de media chilena. Marcador desencallado. Lo que el equipo necesitaba y tres puntos más cerca.

Más espacios y ningún cambio

Con el marcador en contra, el Granada ha buscado el ataque. Las lineas defensivas andaluzas se han desestructurado y el Barça ha tenido más espacios. Solo ha faltado la precisión habitual blaugrana.

La posesión ha sido claramente del Barça, pero el gol para sentenciar no ha llegado. Ter Stegen no ha tenido mucho trabajo, mientras los delanteros del Barça han disfrutado de ocasiones. Messi, Neymar, Suárez, Alcácer y algún centrocampista han tenido oportunidades claras, pero el acierto no ha estado presente.

Sin efectividad, pero con el partido resuelto gracias a Rafinha. El brasileño ha ganado puntos para ser durante las próximas semanas el sustituto del lesionado Iniesta. El Barça se ha impuesto. Tres puntos sin brillar, pero reivindicando que las polémicas no son para ellos. El fútbol y las victorias siguen en el Camp Nou.

 

El gol

48' Rafinha 1-0