Cómo cambian las cosas cuando se pasa de no creer en un proyecto a hacerlo. El Barça Lassa se ha impuesto al Herbalife Gran Canaria por 7487 y se ha clasificado para la final de la Copa del Rey. Pesic y los suyos han completado otra gran actuación que sigue legitimando un proyecto renacido.

Un equipo completamente diferente

El carácter de Svetislav Pesic se traslada del banquillo a la pista hasta el punto que, en una semana, los jugadores del Barça parecen otros. Los blaugrana mueven la pelota con una velocidad vertiginosa, luchan cada pelota como si fuera la decisiva y se dejan la sangre en cada fase defensiva. Con intensidad, el baloncesto parece mucho más fácil; y, sin encontrar más justificación táctica ni técnica, los resultados te sonríen mucho más.

Heurtel ha distribuido como si de un quarterback de futbol americano se tratara (ha acabado el partido con 14 asistencias), Moerman y Ribas han aportado desde su acierto exterior y Oriola ha estado, una vez más, a un nivel excelso. Todo lo que hace, suma. Las comparaciones son odiosas, pero si no se tuercen las cosas, el Barça puede haber encontrado en el de Tàrrega a su particular Felipe Reyes.

Cono en los cuartos de final contra el Baskonia, contra el Herbalife Gran Canaria el Barça ha demostrado que estaba decidido a llevarse el partido. La calidad de los canarios y su condición de locales ha impedido que los catalanes se marcharan al descanso con el marcador a favor, pero la sensación ya era que mucho tendrían que cambiar las cosas para que los culés no probaran el dulce sabor de disputar una final.

Solidez para sellar la clasificación

Marcus Eriksson, sin embargo, ha puesto a prueba la resistencia blaugrana. El alero sueco ha convertido 5 triples consecutivos y ha anotado un total de 17 puntos para ayudar en su equipo a marcharse al descanso con un favorable 43-41. La reacción de los locales, no obstante, ha sido un espejismo y en la salida del tercer cuarto el Barça ha impuesto su autoridad. El acierto de los primeros ha disminuido considerablemente y los blaugrana han seguido a la suya para hacer justicia respecto a lo que se estaba viendo sobre el parquet (56-68).

En un último cuarto en que el Barça ha ido gestionando la ventaja con la que contaba, los culés han conseguido sellar la clasificación para la final de la Copa del Rey. Los blaugrana se enfrentarán al Real Madrid en un partido que servirá para ver si su mentalidad competitiva puede con uno de los mejores equipos de Europa.