El Barça ha transformado un deslucido partido de Copa del Rey en una batalla llena de reivindicaciones. Paco Alcácer, Gerard Deulofeu y Jose Arnaiz han protagonizado una goleada que casi deja sentenciada la eliminatoria contra el Real Murcia.

El primer partido de ida de la Copa, siempre pesado y sin las grandes estrellas, se ha convertido en un partido que los menos habituales y los más jóvenes han hecho relucir. El vigente campeón de la competición ha estrenado título con un resultado más que merecido y lleno de exigencia.

Alcácer abre la puerta

A priori no parecía que la ida de los dieciseisavos de Copa sería un partido de las características vistas en el majestuoso campo de Primera como es la Nueva Condomina. El ambiente hostil de Murcia con palabras poco afectuosas hacia Gerard Piqué al inicio del partido han quedado en un segundo plano después de la goleada del Barça.

Pero vistos los dos empates de los años anteriores contra el Villanovense y el Hércules, y combinado con un inicio muy frío de partido sin un dominio claro del Barça, ha hecho presagiar un guión que todo el mundo conocía. El Murcia no se ha quedado atrás y ha apostado con sus armas para sorprender a los de Ernesto Valverde.

El técnico extremeño, consciente del calendario que la espera, ha hecho descansar a imprescindibles como Messi o Luis Suárez. Y en su lugar han aparecido los que más necesitaban los minutos y, sobre todo, los goles. Y dicho y hecho. Paco Alcácer, siendo desde el minuto uno la referencia en ataque del equipo, ha protagonizado las mejores jugadas atacantes hasta que ha llegado el tan esperado gol antes de la media parte. Un gol que lo ha hecho respirar y afrontar un partido con aires de reivindicación.

Todo el mundo dice la suya

El buen partido de Alcácer, rematando sin pensarlo y siendo muy participativo, ha sido más completo cuando ha dejado paso a sus compañeros. Gerard Deulofeu, siempre generando peligro, ha sabido aprovechar su ocasión. Recibiendo dentro del área y afrontando un mano a mano contra el portero rival, ha sabido cruzar el balón para marcar el segundo gol, el de la tranquilidad, al inicio del segundo tiempo.

Unas sensaciones que han ayudado mucho al Barça, y la relajación se ha convertido en una fluidez letal. El Murcia, necesitado de proponer y acechando al ataque, ha sufrido en las primeras de cambio la letalidad de este Barça de reservas. Jose Arnaiz, la nueva incorporación del filial y estrella del inicio de la temporada, se ha gustado y ha sentenciado. Golazo con un disparo desde fuera el área en el minuto 56 y el partido se ha acabado.

El Barça se ha visto muy confiado, atreviéndose a todo, y sin sufrir en exceso defendiendo. También Vermaelen ha recuperado sensaciones después de más de una temporada lejos de la titularidad vistiendo de blaugrana, Cillessen ha disfrutado de sus primeros minutos oficiales, Aleñá ha sabido comandar al primer equipo del Barça y Cucurella ha debutado con el primer equipo.

Un partido de Copa que últimamente había tomado un carácter intranscendente y sin muchos alicientes que ahora se ha reconvertido. Alcácer, Deulofeu y Arnaiz han cogido las riendas del equipo para hacer lucir un inicio de competición copera que ya deja la clasificación para los octavos de final muy cerca. El Murcia ha tenido presencia, se ha atrevido, pero un buen Barça ha acabado confirmando la evidencia.