Héroe en Kaiserslautern y participante del triángulo glorioso de Wembley. José Mari Bakero —Goizueta, Navarra, 1963— fue uno de los protagonistas de aquella primera Copa de Europa que el Barça consiguió en Wembley el 1992.

Vivió en primera persona la figura de Johan Cruyff, se impregnó de su ideología y fue clave en el Barça del dream team. Ahora forma parte del comisionado de los actos de celebración de los 25 años de Wembley'92.

Jose Mari Bakero   Sergi Alcàzar

¿Cómo recuerda aquel 20 de mayo de 1992?
Lo recuerdo con mucha serenidad. El equipo llegó con alegría y disfrutamos de los tres días en Londres. No era un grupo que estaba preocupado de lo que pasaría, sino que disfrutamos de cada momento del viaje y eso fue clave. El gran problema de romper muros es cuando piensas en las consecuencias de lo que harás. Disfrutamos de la estancia por aquella madurez que tenía el grupo.

¿Ha visto muchas veces la final?
Muchas no. Unas tres veces. He visto fragmentos. A veces con los amigos en casa te ponen un vídeo... pero no fue un partido bonito. Sólo es bonito al final. Pones el minuto 109 y dices "qué bien".

¿Cómo fue la falta?
Había dos opciones. Una que Hristo lanzara la falta por encima de la barrera y la otra que Ronald chutara directo. Lo que pasó fue que la barrera de la Sampdoria se puso muy cerca. Fui hacia ellos y me apunté, volvimos a hablar y decidimos que la sacaríamos fuera y chutara Ronald. Pensábamos que, afortunadamente, sería la mejor decisión y salió bien.

¿Estaba ensayada?
Yo no lo recuerdo. En alguna ocasión habíamos hecho faltas de este tipo. El día anterior Ronald probó unas faltas a veces con portero y aquel día sin él, pero no recuerdo que en concreto fuera aquella falta.

¿Cómo recuerda el gol de Koeman?
Tengo la suerte de que vi salir la pelota y cuando pasó de la barrera tuve el privilegio de saber que era el primero que sabía que iba a gol, porque ni Hristo ni Koeman vieron adónde iba.

Aquel fue el pase más trascendente

¿Es la mejor dejada de pelota de su carrera?
De más importancia seguro que sí. Porque afortunadamente ha habido muchos goles, acciones, jugadas y partidos importantes, pero aquel fue el pase más trascendente.

¿Estaban mentalizados de que sería un partido con pocos goles?
Nosotros fuimos con la ilusión de ganar. Para nosotros fue una fiesta y eso ayudó mucho al equipo. Ya se veía desde el principio que sería un partido de un gol, pero tampoco lo piensas durante el partido. Por nuestra parte no fue un partido brillante. Pocas ocasiones, ellos también, pero era cuestión de un gol.

¿Antes de aquel minuto 111 pensaban en los penaltis?
No recuerdo haberlo hablado con ninguno de los compañeros y por supuesto que yo no. Estábamos concentrados y compitiendo por el partido.

¿Qué instrucciones tácticas había en aquella final?
A diferencia de muchos partidos de Liga donde no había tantos matices, Johan, Reixach y Tonny Bruins intentaron plantear más el partido. En los puntos diría que Bruins le ganó la partida a Cruyff porque el partido fue más táctico.

¿Cómo definiría aquella Sampdoria?
Un gran equipo. Era la base de la selección italiana y era casi invencible. Cada vez que nos enfrentábamos a ellos con la selección española no había manera de marcarles un gol. Aquel equipo de la Sampdoria tenía la base de seis jugadores de la selección italiana: Manicni, Vialli, Pagliuca... eran muy experimentados.

¿Qué demostró haber ganado la Copa de Europa en 1992?
Hubo un cambio de entrenador, un cambio de mentalidad, un cambio de jugadores y el cambio de una manera de jugar que después ha influido en la vida del fútbol por todo el mundo. Cuando todavía no se había ganado la Copa de Europa era una idea de fútbol muy bonita, pero que estaba cuestionada porque no se ganaban títulos. El hecho de ganarla demostró que sí se podía ganar y competir jugando bien.

¿Pero qué representó?
Lo que representó aquella final fue que jugando a fútbol con jugadores técnicos, tácticos y con inteligencia se podía ganar. El tópico hasta entonces era el físico de los alemanes y los ingleses, y la furia española, todo estaba relacionado con el orgullo y la condición física. Y Johan lo cambió.

¿Qué supuso aquella Copa de Europa a nivel personal?
Hoy día todo el mundo sueña con ganar la Champions, pero en aquella época la Copa de Europa era una aventura. No sabíamos ni conocíamos a los jugadores rivales. Los veíamos en un vídeo y hoy día el fútbol es universal. Para nosotros fue una fiesta y con el tiempo nos damos cuenta de que fue un título muy importante para nosotros y para el Barça.

¿Qué recuerdo guarda de la final?
En casa tengo la camiseta naranja con la que jugamos la final. La blaugrana que nos pusimos después la di.

¿La final de Wembley es el partido más importante de su carrera?
Con la perspectiva del tiempo, lógicamente. Siempre he dicho que el recuerdo más parecido a Wembley fue el primer título con la Real Sociedad. Algo diferente, único e inesperado.

​¿Qué imágenes le quedan de la celebración?
La celebración en Londres fue mínima. Una foto con la copa y algo improvisado. Pero cuando nos dimos cuenta de que había pasado fue cuando llegamos y la caravana que tuvimos con el autobús en Barcelona. Allí empezó la celebración.

¿Se rompió la maldición de las finales?
No fue una casualidad que ganáramos esta Copa de Europa. Aquel equipo pasó tres temporadas muy duras. En el primero se ganó la Recopa, en el segundo año la Copa del Rey, en el tercer año la Liga y en el cuarto la Copa de Europa. Con eso quiero decir que llegamos como equipo con mucha madurez, por eso no fue brillante, pero sí competimos. El grupo llegó mentalmente preparado para no estar acobardado de las consecuencias y salimos a jugar. Mantuvimos la concentración y el equilibrio como equipo y después apareció la calidad individual, que en este caso fue de Ronald.

Jose Mari Bakero   Sergi Alcàzar

Aquel equipo fue competitivo y cambió muchas cosas en la historia del Barça

¿La final fue el punto álgido del dream team?
Dimos un paso adelante. Fuimos de menos a más y acabamos ganando la Liga. Eso te demuestra que un impacto de este tipo te da más madurez. Aquel triunfo dio la continuidad. Pero insisto en que no sólo ganamos la Copa de Europa sino que llegamos a cuatro finales europeas: ganamos una Recopa, perdimos otra, ganamos una Copa de Europa y perdimos otra. Si se analiza, se puede ganar o perder, pero aquel equipo fue competitivo y cambió muchas cosas en la historia del Barça.

¿Y Wembley'92 marcó un nuevo camino para el Barça?
Aquella final fue un antes y un después en el mundo del fútbol, no sólo en el Barça.

¿Qué hubiera pasado si hubieran perdido la final?
Si no hubiéramos ganado se habrían creado muchas dudas entorno a aquel equipo, incluso a Johan, que en los tres primeros años fue muy cuestionado.

¿Qué transmitía Cruyff?
Mucha tranquilidad. No era un hombre que lo vieras alterado por este tipo de situaciones. Sus movimientos en el banquillo eran más en partidos contra rivales más débiles. Entonces era mucho más agresivo. Ya nos conocíamos un poco todos.

¿Realmente fue un partido de salir y disfrutar?
El contexto del mensaje de Johan fue que "hemos sufrido para llegar aquí" y "salid y disfrutad". Hubo momentos duros aquel año en la Copa de Europa y en la Liga. Fue hasta el gol de Kaiserslautern y a partir de allí cambió todo.

Kaiserslautern siempre acompañará a Wembley

Sin Kaiserslautern no habría Wembley y sin Wembley no habría Kaiserlautern.
​El gol de Kaiserslautern hubiera quedado en una anécdota de diez aficionados y ahora, por suerte, es de todos los aficionados. A nivel personal me siento muy feliz que la gente me recuerde por algo fantástico y que es verdad, porque el gol de Kaiserslautern fue muy importante para toda la temporada.

¿Su gol fue un punto de inflexión?
Hay momentos que necesitas un poco de suerte. Por ejemplo el gol de Xavi con Van Gaal que acabó dando la Liga (y evitó la destitución del holandés en 1998) o el gol de Iniesta en Stamford Bridge (permitió llegar a la final de Champions en el 2009). Pero la trascendencia de eso llega cuando al final has ganado alguna cosa. El gol de Sergi Roberto fue un momento increíble, pero en la memoria de la gente el hecho de quedar eliminados de la Champions hace que quede un poco cojo. Son cosas que se consolidan con el éxito. Y siendo la primera Copa de Europa, Kaiserslautern siempre acompañará a Wembley.

¿Es el gol más importante de su carrera?
Fue el gol con más trascendencia que hice con el paso del tiempo. Cuando me preguntaron qué te parece el gol, dije que estaba contento y esperaba seguir ganando.

¿El Barça actual es gracias al Barça de Johan?
Está claro que tuvo una influencia directa en la mentalidad de cada uno de nosotros. El tipo de la visión del fútbol y su selección nos cambió la perspectiva. Anteponía la inteligencia y la calidad técnica al físico.

Jose Mari Bakero Sergi Alcàzar

Usted es el comisionado de los actos de Wembley'92. ¿Cómo está respondiendo la gente?
Es una celebración que va más allá que alguien esté más o menos contento de su situación personal con el club. Se intenta hacer una fiesta de familias, de recuerdos y que transmita aquel triunfo. Lo que explico es que se tienen que mover los sentimientos de recuerdo de una manera positiva. Queremos hacer un acontecimiento bonito y que el que vaya lo disfrute.

Tiene una gran responsabilidad.
Me siento más responsabilizado ahora que antes del partido de Wembley.

¿Y en el acto de conmemoración del 10 de junio, qué protagonismo tendrá Johan?
Lógicamente él forma parte de aquella historia y tendrá el protagonismo que se merece.

¿Hablando del Barça actual, en la última jornada de Liga puede haber un Tenerife 3?
Claro que se puede y coincide con un Málaga que está en un estado de forma inmejorable. No sería una sorpresa que pueda ocurrir, pero el Barça se tiene que centrar en hacer lo suyo. No tiene que fallar.

¿Y cómo ve la final de la Copa del Rey?
Es un partido extraño. El Alavés ha competido de una manera sorprendente y para mí es el equipo que más me ha sorprendido esta temporada. Es un equipo muy trabajado, ordenado y con mucha consistencia física. El Barça es favorito por su jerarquía, calidad individual y llega físicamente bien, pero el Alavés es una incógnita.

¿Ve el Madrid ganando la duodécima Champions?
Creo que en las finales no hay favoritos. Esta Juventus se tiene que respetar.