El pasado domingo, Marcus Rashford fue suplente en el triunfo del Barça por 3-0 frente al Getafe. La decisión de Hansi Flick llamó poderosamente la atención porque el inglés venía de firmar un doblete en Champions ante el Newcastle y además Lamine Yamal estaba de baja por lesión. Todo apuntaba a que el delantero británico debía ser titular, pero no fue así.
El motivo de la decisión de Flick
La explicación llegó poco después: Rashford había llegado tarde a la sesión de activación previa al partido. Una falta de disciplina que Flick no pasó por alto. El técnico alemán es muy claro con estos temas: no importa quién seas ni lo que hayas hecho en el campo, las normas están para todos y no cumplirlas tiene consecuencias inmediatas. No es la primera vez que Flick actúa de esta forma y en el vestuario ya saben que no hay margen para despistes.

Este episodio supone una advertencia muy seria para Rashford. Si quiere quedarse en el Barça más allá de esta cesión, deberá demostrar no solo rendimiento en el campo, sino también compromiso total y profesionalidad. La cláusula de compra de 30 millones es vista como una ganga por Joan Laporta, pero cualquier gesto fuera de lugar puede hacer que el club se replantee la operación.
La voz de Alan Shearer
El tema ha traspasado fronteras y en Inglaterra ya se han pronunciado. Alan Shearer, máximo goleador histórico de la Premier League, fue contundente en declaraciones para Betfair:
“Estuvo sensacional contra el Newcastle, el segundo gol fue increíble. Pero no se puede ser poco profesional. ¿Por qué todos deberían estar ahí solo para ti? ¿Por qué todos deben llegar a tiempo y tú llegar tarde? No está bien. Si quiere quedarse allí, especialmente estando cedido, no puede hacerlo. En un club de primer nivel como el Barcelona, siempre habrá alguien que ocupe tu lugar”.

Competencia feroz en ataque
El mensaje de Shearer refleja una realidad evidente: en el Barça la competencia en ataque es enorme. Raphinha, Ferran Torres, Lamine Yamal y Lewandowski compiten por minutos en el tridente ofensivo. Rashford tiene calidad de sobra para hacerse un hueco, pero cualquier concesión fuera del campo puede dejarle en desventaja.
El aviso está sobre la mesa: si Rashford quiere quedarse en el Barça, tendrá que demostrar disciplina además de talento. Flick no regalará nada y la directiva tampoco. Lo que parecía un camino allanado después de su exhibición contra el Newcastle ahora está en un punto delicado. La pelota, dentro y fuera del campo, está en los pies del inglés.