El Vicente Calderón será el juez del último partido de Champions League que verá en su historia. El estadio del Atlético de Madrid vivirá el mejor partido posible y donde espera que se vea una gesta de su equipo. 51 años de fútbol ha vivido el estadio del Paseo de la Virgen del Puerto y para acabar quiere ver otra noche histórica contra el eterno rival, el Real Madrid.

La Champions 2016/17 decidirá al segundo finalista entre los dos grandes equipos de Madrid. Los colchoneros y los blancos quieren seguir haciendo historia llegando a una final europea. La ventaja, sin embargo, es para el Real Madrid, vencedor en el partido de ida por 3-0 y con un pie y medio a la final de Cardiff. Pero nada es imposible y el Atlético del Cholo Simeone no se rendirá hasta que el árbitro silbe el final.

¿Habrá revancha?

Más de una cincuentena de partidos han disputado los dos conjuntos en casi 25 años y de todos los resultados sólo uno serviría al Atlético de Madrid para darle la vuelta a la eliminatoria. La tarea es mucho más que complicada, pero en el recuerdo todavía está el 4-0 conseguido en febrero del 2015 cuando los colchoneros trastocaron al Madrid. Allí "empezó todo" de una temporada en blanco, como diría posteriormente Gerard Piqué con ilusiones al cantante colombiano Kevin Roldán.

Las dinámicas de los dos equipos son contrapuestas, pero en la Champions todo es diferente. El cariz que coge el partido va más allá de la forma de cada uno y evoca a la épica como si fuera una gran final. En el recuerdo también están las dos victorias del Madrid a finales de Champions con la decena y la undécima orejuda. La decepción de los de Simeone fue ilustradora del llamado "pupas", que no hay manera de que planten cara en los momentos históricos.

El Madrid llega enchufado, con todo de cara para volver a ganar una Liga y con la duodécima Champions entre ceja y ceja. Cristiano Ronaldo quiere conseguir una nueva orejuda y coronarse una vez más en la máxima competición europea con su cuarto título. Y con él, una plantilla letal y que tiene recursos de un nivel inalcanzable para el resto de rivales europeos.

Será 90 minutos de gran fútbol en el Vicente Calderón. Eso si no hay prórroga o acabando la agonía en los penaltis. Llenos de estrellas normales, la última visita de la Champions en el estadio colchonero quiere ser histórica. Eficiencia, dureza, competencia, profesionalidad y carácter sobre el césped. Un partido que es más que una semifinal. Es el último adiós a una parte de la historia del fútbol.