El menú del Atlético de Madrid en su nueva mesa ha sido complicado de digerir en una cena enj que el Barça se ha desnaturalizado. Los madrileños han dominado a los blaugrana y sólo un último tramo vibrante de Leo Messi y un gol de Luis Suárez han salvado el partido con un empate insuficiente, pero justo.

El estreno del Wanda Metropolitano, el nuevo estadio de los colchoneros, ha supuesto un auténtico quebradero de cabeza para el Barça. Ninguna derrota en Liga desde el estreno en casa y los blaugrana han sucumbido perdiendo su alma. Suerte de la calidad y de la entrega para sacar un punto de oro de una de las visitas más complicadas de la temporada.

Sublime primer plato del Atlético

La consistencia, la fuerza y la intensidad han destacado en el primer plato del partido. El Atlético ha salido a por todas, sin miedo y con ganas de tumbar a un Barça que había cogido un impulso de nueve partidos consecutivos consiguiendo la victoria. Pero la fórmula Simeone, siempre incómoda, ha forzado un duelo de altísimo nivel.

"Yo te invito en mi casa lo hago con mis platos, mis vasos y manteles", dijo Simeone a la previa del partido. Y así ha sido, porque Valverde y su Barça no se han sabido adaptar hasta que ha aparecido Messi. Los colchoneros han sido unos anfitriones complicados de tratar, siempre atentos a cualquier detalle y provocando las peores pesadillas a sus rivales. Han sabido jugar con el césped alto, adecuándolo a sus condiciones preferidas, y futbolísticamente también han dominado.

Los mejores socios del entrenador argentino en el momento de salir a escena han sido Griezmann, Correa y un extraordinario Saúl Ñíguez. Precisamente el último, el centrocampista colchonero, ha protagonizado los mejores mordiscos de la primera fase de la cena. Saúl ha controlado los tempos del Atlético, ha dirigido todas y cada una de las ocasiones, y ha servido a placer a sus compañeros.

Pero quién mejor que el mismo Saúl para efectuar el primer golpe de efecto. El Atlético se merecía empezar dominando en el marcador, y así ha sido. Recibiendo en la frontal en el minuto 21, acomodándose el disparo para la pierna derecha y el futbolista ilicitano ha clavado un golazo con toda la intención del mundo.

Una rosca perfecta ha acabado de trastocar a un Barça que no ha tenido rumbo durante el primer plato del partido. Han sido 45 minutos de sufrimiento, con un André Gomes perdido y un equipo que sólo ha sido sostenido gracias a unos imperiales Umtiti y Ter Stegen.

El Barça recupera con el segundo

Todo iba mal para las aspiraciones blaugrana, y todo iba de cara para los colchoneros. Pero un gran equipo con futbolistas del nivel de Messi o Luis Suárez siempre saca la cabeza. Y con el '10' como alma, el Barça ha recuperado sensaciones.

No ha sido el Barça del control ni del dominio, pero a base de trabajo y esperanza divina se han encomendado a Messi. El argentino ha actuado desde el medio, subiendo el balón y siendo el socio perfecto para conseguir remontar. Messi ha cogido las riendas de su equipo, ha creado peligro en abundancia, consiguiendo un palo, pero Oblak ha estado providencial.

El primer plato ha dejado al Barça con un malestar general que finalmente se ha podido mejorar. Luis Suárez, siempre con hambre y faltado de grandes platos en las últimas semanas, ha aprovechado para hacerle un mordisco que ha valido un punto. El uruguayo ha marcado de cabeza, aprovechando un asedio constante del Barça que el Atlético no ha podido soportar. Era al minuto 82 y no estaba todo dicho porque todavía quedaban los postres.

Recorte de puntos de postres

Últimos diez minutos de expectación máxima. El Barça ha recuperado las formas y ha aparecido su versión más desinhibida. Ni táctica, ni posiciones, ni nada. Los blaugrana han ido a tumba abierta y dejándose la piel en su estreno en el Wanda Metropolitano.

El menú de Simeone y del Atlético de Madrid ha traído el primero dolor de barriga de la temporada de Liga salvado en el tramo final. Octava jornada y primer mal resultado. El Barça ha empatado en la mesa del Atlético. Dos puntos que le recorta el Real Madrid, pero el liderato sigue en can Barça, con cinco puntos más que los blancos.