Arda Güler llegó al Real Madrid como una promesa brillante. Con solo 20 años, el turco fue señalado como una de las grandes apuestas del club para el futuro. Sin embargo, en los últimos meses, su nombre ha empezado a generar tensión dentro del vestuario blanco. Lo que antes era ilusión, ahora se mezcla con ciertas dudas sobre su actitud, su físico y su encaje en el grupo.
El joven centrocampista vive su tercera temporada en el club, y aunque su talento es indiscutible, su progreso no ha sido lineal. En sus primeras campañas sufrió con Carlo Ancelotti, que le exigía más madurez y profesionalidad. El técnico italiano incluso llegó a criticar a su entorno, acusándolo de asesorarlo mal y frenar su evolución. Ahora, con Xabi Alonso en el banquillo, parecía que todo cambiaría.
Arda Güler se gana la confianza de Xabi Alonso
El nuevo entrenador apostó por él desde el principio. Aunque empezó el Mundial de Clubes en el banquillo, pronto se ganó un puesto entre los titulares. Ha sido titular en 13 de los 15 partidos disputados esta temporada, y ha participado en todos. En minutos, es el séptimo jugador más utilizado del equipo. Pero esas cifras esconden un problema que preocupa a muchos dentro del club: su falta de resistencia física.
Güler solo ha completado un partido entero. En los otros doce en los que fue titular, acabó sustituido. Es el jugador más reemplazado del equipo, por delante de estrellas como Mbappé y Vinícius, ambos con ocho sustituciones. Es el primero en caer cuando el partido se vuelve exigente. Le falta fondo físico y, sobre todo, regularidad.
Dentro del vestuario crecen los rumores. Consideran que Güler no asume bien las críticas y que su carácter reservado a veces lo aísla del grupo. Según fuentes del club, varios veteranos han intentado aconsejarlo, pero el joven turco “va demasiado a su aire”. En un equipo que valora la disciplina y la competitividad diaria, esa actitud no pasa desapercibida.
Exigen más a Arda Güler
En lo futbolístico, su impacto también se ha reducido. Aunque ha marcado tres goles y repartido seis asistencias, no ve puerta desde el derbi ante el Atlético el pasado 27 de septiembre. Lleva siete partidos sin marcar, y su influencia en el juego ha bajado, sobre todo desde que Bellingham ha recuperado su mejor versión. El inglés, más sólido y determinante, le ha quitado protagonismo en la creación ofensiva.
Xabi Alonso sigue confiando en él, pero empieza a exigirle más compromiso. Le pide mejorar su físico, ser más constante en los entrenamientos y asumir que el Real Madrid no es solo talento: es trabajo, disciplina y humildad.