Ronald Araujo ha tomado una decisión firme respecto a su futuro: se queda en el FC Barcelona. Pese a los continuos rumores de una posible salida este verano y el interés de grandes clubes europeos —incluido el AC Milan, con Allegri como entrenador—, el central uruguayo ha trasladado al club su voluntad de cumplir su contrato hasta 2031. Araujo no tiene intención de hacer las maletas y su objetivo es claro: convencer a Hansi Flick de que puede ser titular indiscutible en su segunda temporada al frente del banquillo azulgrana.
El zaguero no ha vivido una campaña sencilla. Entre lesiones y decisiones técnicas, ha perdido protagonismo, y el técnico alemán ha apostado en muchas ocasiones por la pareja formada por Pau Cubarsí e Iñigo Martínez, una dupla que ha ofrecido solidez y buena salida de balón. Sin embargo, Araujo no baja los brazos. Está más motivado que nunca para recuperar su sitio en el once.

Competencia directa con Cubarsí e Iñigo
El gran damnificado de la decisión de Araujo podría ser uno de los hombres de confianza de Flick. Cubarsí, que ha explotado esta temporada con actuaciones brillantes a pesar de su juventud, parece inamovible. Su madurez, visión y sangre fría han convencido al técnico, y el club lo considera un pilar de presente y futuro.
El otro integrante habitual de la defensa ha sido Iñigo Martínez, quien ha aportado experiencia y jerarquía desde su llegada procedente del Athletic Club. Si Araujo logra ganarse de nuevo la confianza del entrenador, uno de los dos perderá su puesto, lo que generará un dilema importante para Flick de cara a la planificación de la nueva temporada.

Araujo, por su parte, cree que tiene el perfil físico y defensivo perfecto para el estilo que Flick quiere implantar: presión alta, intensidad, anticipación y solidez en los duelos. Está dispuesto a asumir los retos tácticos que le pida el técnico y ya ha comenzado un plan específico de preparación durante sus vacaciones para llegar a tope a la pretemporada.
Mensaje al club y al cuerpo técnico
La decisión del uruguayo también tiene implicaciones en los despachos. El club había valorado su venta como una posible fuente de ingresos significativa, ya que Araujo tiene buen cartel en Europa y su salida podría facilitar el fichaje de otras piezas clave. Sin embargo, su firme voluntad de quedarse y pelear por el escudo hace que ahora la pelota esté en el tejado de Flick y Deco, que deberán gestionar una plantilla con tres centrales de primer nivel.
En resumen, Ronald Araujo ha dejado claro que no es moneda de cambio ni actor secundario. Su ambición y liderazgo siguen intactos. Quiere ser protagonista en el nuevo Barça de Flick, aunque eso implique sentar a un intocable. Se avecina una lucha apasionante en el eje de la defensa azulgrana.