El futuro de Ansu Fati parece estar cada vez más lejos del FC Barcelona. El extremo hispano-guineano, que esta temporada apenas ha contado para Hansi Flick, está muy cerca de marcharse cedido al AS Mónaco, con una opción de compra incluida en la operación. Sin embargo, no será el único azulgrana que podría cambiar el Camp Nou por el Stade Louis II este verano. Otro nombre propio que también suena con fuerza en el Principado es Pablo Torre, otro joven talento que no ha tenido continuidad en la dinámica del primer equipo.
La buena relación entre ambos clubes, que han mantenido varias conversaciones en los últimos meses, puede facilitar una operación doble que aliviaría la plantilla culé y, a su vez, reforzaría al Mónaco con jóvenes de gran proyección.
Ansu, sin sitio en el Barça de Flick
Después de una cesión al Brighton marcada por las lesiones, Ansu Fati regresó a Barcelona con la ilusión de recuperar un sitio en el equipo. Hizo una buena pretemporada, pero las oportunidades nunca llegaron. En toda la temporada apenas ha sumado 298 minutos repartidos en 11 partidos, una cifra que refleja su situación en el vestuario. Flick no lo ve como una pieza esencial en su sistema, y el club busca una solución que combine salida deportiva y opción de futuro.

El Mónaco, que ha finalizado tercero en la Ligue 1 y jugará la Champions, está dispuesto a darle minutos y protagonismo, algo que Ansu necesita urgentemente. El Barça, por su parte, se plantea guardar una opción de recompra o derecho preferente para no perder el control sobre su evolución si acaba explotando en Francia.
Pablo Torre, en una situación similar
El caso de Pablo Torre es muy parecido. Tras una cesión al Girona, donde apenas tuvo protagonismo, regresó al Barça con la esperanza de ganarse un hueco. Pero bajo las órdenes de Flick, su situación no ha cambiado: sin minutos, sin continuidad y sin espacio real en el primer equipo. El club cree que todavía tiene potencial, pero necesita crecer en otro entorno con más confianza y responsabilidades.
El Mónaco ha mostrado interés en incorporar a Torre en una fórmula de cesión simple, sin compra obligatoria, pero con condiciones que beneficien al Barça si el jugador se revaloriza. Para Pablo, jugar en la Ligue 1, con presencia en Europa, puede ser una oportunidad clave para relanzar su carrera y volver con más peso al club azulgrana en el futuro.

Una vía abierta entre Barça y Mónaco
La sintonía entre las direcciones deportivas de Barça y Mónaco puede ser determinante. Ya el verano pasado hubo conversaciones por otros futbolistas y, en este contexto, ambos clubes ven con buenos ojos la posibilidad de tejer una colaboración que les beneficie mutuamente: el Mónaco incorpora talento joven de primer nivel, mientras que el Barça libera masa salarial y mantiene el control sobre jugadores que considera válidos a medio plazo.
No se descarta que, si estas dos operaciones se cierran con éxito, más nombres puedan entrar en futuras negociaciones, ya sea en forma de cesión, opción de compra o intercambios. El Barça necesita aligerar plantilla y rebajar el gasto, y este tipo de movimientos pueden ser estratégicos.
Mientras tanto, tanto Ansu Fati como Pablo Torre esperan una decisión definitiva en los próximos días. Si todo avanza según lo previsto, podrían compartir vestuario en Mónaco a partir de este verano. Y quién sabe si, en un futuro no muy lejano, también volver a hacerlo en el Camp Nou.