Ni en la fórmula 1, ni en Le Mans, ni tampoco en las 24 horas de Daytona, Fernando Alonso ha tenido suerte. Los brasileños Christian Fittipaldi, sobrino de Emerson Fittipaldi, y Felipe Nasr y sus equipos se han proclamado campeones y subcampeones respectivamente de las 24 horas de Daytona en Florida, Estados Unidos. El equipo de Fittipaldi completó un total de 808 vueltas en el circuito de Daytona International Speedway después de pilotar sin errores su Cadillac, mismo coche que el segundo clasificado, del equipo Mustang Sampling Action Express Racing. El podio lo completa el equipo del francés Loic Duval.

Como se esperaba, ganó el monoplaza que tuvo mejor rendimiento de velocidad, pero sobre todo y lo más importante en esta carrera, la mejor resistencia en una prueba de tanta duración. La experiencia de Fittipaldi, que ya había ganado la prueba en dos ocasiones (2004 y 2014), junto con su compañero Barbosa, que también había ganado en el 2010, ha acabado decantando la balanza de nuevo para el equipo del brasileño.

Aun así, si dividimos la carrera por categorías de los coches encontramos resultados diferentes. En las 24 horas de Daytona participan cuatro tipos de coches: los Prototype (categoría reina), GTLM (GT Le Mans), GTD (GT Daytona) y Prototype Challenge. Cada una de estas divisiones tiene una clasificación particular y por lo tanto, campeones diferentes. Fittipaldi, por ejemplo, es el campeón de la categoría Prototype y además el de la general.

Juncadella supera a Alonso

En la categoría Prototype, que era la categoría donde competían Fernando Alonso y Daniel Juncadella, el catalán, con problemas mecánicos, ha superado al asturiano quedando dos posiciones por delante en la categoría y con 23 posiciones de ventaja en la general. El equipo de Juncadella ha quedado 15º en la clasificación general de Daytona mientras que el equipo de Alonso, con problemas en su vehículo, acabó la carrera el 38º. El asturiano compitió acompañado de dos británicos, Philip Hanson y Lando Norris, dos jóvenes pilotos de solo 18 años. "Una de las mejores cosas ha sido sentirse competitivo", afirmaba el asturiano después de la carrera.

Con Miguel Molina, otra de las esperanzas españolas, lejos después de ver que su Ferrari 488 quedaba rodeado de una nube de humo en las primeras horas y que sus compañeros de equipo no eran tan competitivos como él, toda la responsabilidad caía sobre Antonio García. Y el madrileño no defraudó.

Antonio García era el único de los cuatro españoles que ya sabía qué era ganar la carrera de Daytona. Lo hizo en el 2009 en la categoría absoluta. El madrileño y su equipo, con un Corvette que dejó unos momentos memorables y no cayó nunca de las primeras posiciones, no pudieron cazar en ningún momento a los Ford GT, que causaron polémica por ser mejor tratados por el balance of performance. Antonio García fue el tercer clasificado en la categoría GTLM, pero es más, también fue el mejor español en la clasificación general con una más que merecida 13ª posición.