El Sevilla pudo coger oxígeno en la tercera jornada de La Liga EA Sports, después de un inicio de campeonato francamente decepcionante, con dos derrotas consecutivas, que provocó que existieran muchas dudas con el proyecto. Y la figura de Matías Almeyda ya estaba siendo duramente criticada, a pesar de que acaba de aterrizar, e incluso se había comenzado a especular con la posibilidad de que fuera destituido si todo seguía exactamente igual.
El partido contra el Girona, un rival que tampoco había puntuado, se presentaba como una final para el entrenador argentino, pero pudo superar a Michel Sánchez en el particular duelo de pizarras. De esta forma, los andaluces se marcharon al parón de selecciones con tres puntos, y dejando sensaciones mucho más positivas, gracias a la victoria en Montilivi. Y esto ha permitido que se coloquen en la duodécima plaza de la clasificación.

Desde Nervión esperan que esto solamente sea el comienzo de una buena racha, y que pronto las cosas cambien radicalmente. En la recta final del mercado de verano cerraron dos incorporaciones muy interesantes, de cracks que prometen ser importantes en los sistemas, como son César Azpilicueta y Fabio Cardoso. Ambos superan los 30 años, y aportarán una valiosa experiencia a la retaguardia, la demarcación donde han tenido más dolores de cabeza.
Pero el fichaje más esperado por Almeyda estaba en casa. Y es que había diagnosticado el ataque como el gran problema que existe en el Ramón Sánchez Pizjuán, al no tener a ningún futbolista capaz de superar rivales y generar acciones de peligro. En especial, después de haber perdido a Dodi Lukebákio, la gran estrella del equipo, y que fue traspasado al Benfica por más de 20 millones de euros. Y esto obliga a Chidera Ejuke a tener más responsabilidad.

No pudo comenzar el curso al 100% por culpa de una inoportuna lesión, pero ya está totalmente recuperado, y se espera que pueda jugar como titular en el siguiente choque, contra el Elche.
Ejuke, obligado a ser el líder del Sevilla
Ejuke sorprendió a todos y dejó muy buenas sensaciones en su primer año defendiendo la elástica del Sevilla, después de haber llegado el verano anterior, siendo un total desconocido, procedente del CSKA de Moscú, a coste cero.
Sin embargo, fue demasiado irregular, y ahora está obligado a ser el líder del ataque, y a hacer olvidar la figura de Lukebákio.