En un inicio de temporada que pocos anticipaban, Álex Márquez se ha convertido en la gran revelación del Mundial de MotoGP. El piloto de Gresini Racing, el equipo satélite de Ducati, ha deslumbrado con un rendimiento brillante y, sobre todo, constante.

Con cuatro podios en cinco carreras (incluyendo una victoria reciente en Jerez y tres segundos puestos en Argentina, Tailandia y Estados Unidos), el menor de los Márquez se ha colocado, para sorpresa de muchos, en la primera posición del campeonato, con 140 puntos.

Álex Márquez le hace una petición (informal) a su hermano, Marc

Lo curioso es que el único que le pisa los talones es su propio hermano, Marc Márquez, quien suma 139 puntos, apenas uno menos. La lucha entre hermanos ha cobrado vida en la pista, y aunque el ambiente en el paddock entre ambos es de respeto y complicidad, la tensión competitiva comienza a notarse.

Alex Márquez primera victoria / Foto: EFE
Alex Márquez primera victoria / Foto: EFE

Álex ha llegado a hacerle una petición a Marc que mezcla el humor con un trasfondo muy real. En tono distendido, le ha pedido en ocasiones que le deje ganar el mundial. Ha sido más una expresión de deseo que una estrategia seria. Pero también encierra una verdad: Álex sabe que su hermano es mejor piloto, más experimentado, y que si Marc compite al límite, será casi imposible mantenerle detrás.

En broma, pero consciente de la realidad

Álex es consciente de que su única oportunidad real de coronarse campeón del mundo este año podría depender de que Marc afloje el ritmo, algo que no va a suceder. Porque Marc, con su ambición intacta, tiene entre ceja y ceja igualar los nueve títulos de Valentino Rossi, su gran objetivo personal. Para él, cada punto cuenta, y ningún tipo de sentimentalismo familiar lo alejará de su meta.

Àlex Marc Márquez / Foto: EFE
Àlex y Marc Márquez / Foto: EFE

De hecho, Marc se ha negado en rotundo a contemplar siquiera la idea de ceder terreno cuando alguien al margen de su hermano le ha insinuado que lo haga. El de Cervera no entiende de concesiones en la pista. Entre ellos puede haber bromas, pero en el asfalto, lo único que importa es la victoria. El próximo Gran Premio, que se disputará la semana que viene en Francia, será una nueva oportunidad para medir la intensidad de esta batalla fraternal.