El ciclista murciano Alejandro Valverde ha ganado la medalla de oro más deseada en su larga carrera profesional después de proclamarse campeón del mundo en la prueba en línea masculina que ha cerrado este domingo los Mundiales de Ciclismo en ruta que se han disputado en Inssbruck (Austria).

Valverde, a los 38 años, ha ganado la carrera por delante del francés Romain Bardet, el canadiense Michael Woods y el holandés Tom Dumoulin. Los tres han cruzado la línea de meta por detrás de un ciclista que pone la guinda a una trayectoria impecable. Esta es su séptima medalla mundialista y releva al eslovaco Peter Sagan, ganador de las últimas tres ediciones.

El deseado maillot arco iris cambia de manos. Valverde, que no ha podido aguantar las lágrimas, añade el oro conseguido en Inssbruck a dos platas (Hamilton 2003 y Madrid 2005) y cuatro bronces (Salzburgo 2006, Valkenburg 2012, Florencia 2013 y Ponferrada 2014).

"No me lo creo"

Valverde, muy emocionado y con los ojos llorosos después de que Sagan le entregara la medalla de oro, ha confesado que no tiene palabras para describir una victoria que hacía mucho tiempo que imaginaba: "Estoy sin palabras. Todavía no me lo creo. Han sido tantos años luchando por ello y al final lo he conseguido".

El ciclista, muy agradecido a la selección española, ha dedicado el triunfo a la gente que lo ha acompañado hasta aquí: "La selección ha estado de 10 y he sabido defender mis opciones en el esprint, donde me han dejado toda la responsabilidad". Por último, todavía con los nervios a flor de piel, ha desvelado que "sabía que no podía fallar" cuando ha atacado a 300 metros de la línea de meta: "Siento una emoción terrible".