Frenkie de Jong afronta una temporada que, a priori, parecía estar marcada por la continuidad y la consolidación como uno de los pilares del Barça de Hansi Flick. El neerlandés viene de firmar una campaña notable, mostrando su habitual calidad en la salida de balón y su capacidad para imponerse en el centro del campo. Todo apuntaba a que volvería a ser titular indiscutible en la medular azulgrana, pero desde dentro del club y el entorno técnico ya avisan: su puesto no está garantizado.
El motivo no es otro que la competencia feroz que tendrá este curso. Gavi, que regresa con toda la energía tras su grave lesión, ha convencido al cuerpo técnico de que está preparado para volver a ser trascendental en el once. Su intensidad, sacrificio defensivo y capacidad para abarcar campo hacen que Flick lo considere esencial en su esquema. A eso se suma la irrupción de Marc Bernal, uno de los canteranos que más ilusión despierta en el staff y en la directiva. El joven mediocentro de 18 años ha demostrado personalidad y calidad para hacerse un hueco, y Flick quiere darle rodaje para acelerar su progresión.
Un escenario distinto para De Jong
El neerlandés siempre ha sido una apuesta segura en el Barça desde que llegó en 2019. Sin embargo, esta temporada podría ser diferente. Flick pretende que todos los jugadores rindan al máximo nivel, y no dudará en tomar decisiones drásticas si percibe que alguien baja su rendimiento. En ese sentido, el mensaje es claro: De Jong tendrá que estar a su mejor nivel cada semana si quiere mantener la titularidad.
Con Gavi y Bernal apretando, el técnico alemán tiene alternativas fiables que, además, ofrecen perfiles distintos. Gavi aporta energía, presión alta y llegada desde segunda línea, mientras que Bernal combina talento en la distribución con una capacidad innata para interpretar el juego y dar equilibrio. Esa versatilidad en el banquillo le permite a Flick variar planes y ajustar en función del rival, lo que convierte a De Jong en un jugador menos imprescindible que en temporadas anteriores.
El riesgo de perder peso en el equipo
El propio entorno del vestuario comenta que si De Jong encadena partidos discretos, no será intocable. Flick no se casa con nadie y ya lo ha demostrado en otras etapas de su carrera. Aunque el neerlandés parte con ventaja y sigue siendo uno de los futbolistas más talentosos de la plantilla, no puede relajarse. En el club hay confianza en que su calidad y experiencia le hagan mantener su estatus, pero el aviso está lanzado: esta vez tendrá que competir de verdad por el puesto.
La temporada es larga y habrá rotaciones, pero por primera vez desde su llegada, Frenkie de Jong podría ver amenazada su titularidad de forma real. Y en un Barça que quiere competir por todo, la meritocracia será la norma: el que no rinda al máximo, se sentará en el banquillo.