El caso Marc Casadó es uno de los que más preocupa de puertas adentro en el FC Barcelona. El joven centrocampista, formado en La Masia y considerado uno de los talentos con más proyección del club, ha decidido quedarse este verano pese a contar con ofertas interesantes de varios equipos europeos. Sin embargo, su continuidad está directamente ligada a una condición: tener minutos reales en la primera mitad de la temporada.
En su entorno lo tienen claro y así se lo han hecho llegar al club. Si no juega lo suficiente, pedirá salir en el mercado de invierno. Casadó quiere crecer, y entiende que sin rodaje no podrá dar el salto que necesita en su carrera. El jugador es consciente de la enorme competencia que existe en el centro del campo, con nombres como De Jong, Pedri, Gavi, Marc Bernal, Fermín o Dani Olmo ocupando las plazas más habituales. Pero también sabe que su perfil, de corte más defensivo, le da un valor añadido en determinados contextos de partido.

Un verano lleno de llamadas
Durante el pasado mercado, equipos de LaLiga y de fuera de España tantearon su situación. Hubo propuestas de cesión con opción de compra que el Barça rechazó, convencido de que podía tener un papel en la rotación de Flick. Casadó aceptó el reto y decidió continuar, pero no está dispuesto a ver los partidos desde el banquillo sin un papel relevante.
Flick lo sabe. De hecho, el entrenador alemán ya ha transmitido que confía en su profesionalidad y en la intensidad que aporta en los entrenamientos. Pero de puertas adentro, en el vestuario, se comenta que el centrocampista empieza a impacientarse. No por rebeldía, sino por pura ambición competitiva.
Un rol aún por definir
En estas primeras jornadas, Casadó apenas ha tenido participación. Flick ha optado por mantener un bloque más reconocible, apostando por jugadores consolidados. Pero la temporada es larga, con Liga, Champions y Copa del Rey por delante. Desde el entorno del futbolista recuerdan que es precisamente en esos tramos donde el técnico deberá rotar y dar oportunidades. Y ahí esperan que Casadó tenga su espacio.
El mensaje es claro: o tiene minutos o se valorará seriamente su salida en enero. Una cesión es la opción más probable si no cambia su rol en los próximos meses, aunque no se descarta que un club venga con una propuesta más ambiciosa.

Flick, bajo presión
Para Flick, el asunto no es menor. El alemán tiene claro que no puede perder a un canterano con el potencial de Casadó, pero al mismo tiempo sabe que no puede contentar a todos. La gestión de minutos será clave, y ahí el centrocampista espera que se le dé una verdadera oportunidad.
El Barça ya ha visto marcharse a jóvenes promesas en el pasado por la falta de protagonismo. Y no quieren repetir errores. La advertencia está hecha: si no juega, Casadó pondrá rumbo fuera en enero.