El Villarreal CF se prepara para un mercado de verano clave que podría marcar el rumbo del proyecto liderado por Marcelino García Toral. Con la posible salida de Álex Baena, uno de los jugadores más determinantes de la plantilla, el club ya ha trazado un plan estratégico que contempla un doble fichaje de nivel para cubrir su ausencia. Los elegidos son Rodrigo Riquelme y Alberto Moleiro, dos jóvenes talentos que encajan perfectamente en el estilo que promueve el técnico asturiano.
El futuro de Baena, en el aire
Álex Baena, con contrato hasta 2028 y una cláusula de rescisión de 60 millones de euros, se ha convertido en el principal objetivo del Atlético de Madrid. El jugador ya rechazó una suculenta oferta procedente de Arabia Saudí el pasado invierno, pero ahora ve con buenos ojos dar un salto deportivo hacia el Metropolitano. Diego Simeone lo valora como un refuerzo prioritario por su carácter competitivo, polivalencia y constante progresión.

Aunque aún no hay una oferta oficial sobre la mesa, las conversaciones entre clubes han comenzado y desde el Villarreal no se opondrán a su salida si se respeta la cifra marcada. En este contexto, Fernando Roig, presidente del club, trabaja con previsión para que el equipo no pierda nivel competitivo ante un verano que podría traer cambios importantes.
Riquelme, pieza clave en la negociación
En la operación por Baena, uno de los nombres que ha surgido con fuerza es el de Rodrigo Riquelme, actualmente en el Atlético de Madrid. El joven extremo no ha logrado consolidarse como titular indiscutible en el esquema del Cholo, y busca un proyecto que le garantice minutos y proyección. Su perfil encaja a la perfección en el estilo ofensivo de Marcelino: desequilibrante, rápido, con gol y visión.
El Villarreal estaría dispuesto a rebajar varios millones del precio de Baena si Riquelme entra como parte de la operación. Se trataría de un movimiento inteligente que beneficiaría a ambas partes: los colchoneros adquirirían a Baena y el Submarino Amarillo mantendría talento joven en sus filas, a coste controlado y con potencial de revalorización.
Moleiro, el fichaje silencioso
El segundo gran objetivo es Alberto Moleiro, joya de la UD Las Palmas y habitual en las convocatorias de la selección española sub-21. Su perfil es más similar al de Baena, como mediapunta creativo con visión, regate y capacidad para generar juego entre líneas. El jugador ya ha dado el visto bueno al traspaso, atraído por la posibilidad de disputar la Champions League la próxima temporada con el Villarreal.

La cláusula de rescisión de Moleiro es de 30 millones de euros, pero el reciente descenso del conjunto canario podría forzar una salida por una cifra inferior, en torno a los 15 millones. Roig quiere cerrar el acuerdo lo antes posible para evitar la competencia de otros clubes que podrían entrar en la puja si se alarga la negociación.
Proyecto ambicioso para 2025/26
La intención del Villarreal es reforzar el equipo sin perder identidad. Pese a la posible marcha de Baena, uno de sus grandes activos, el club de La Plana no está dispuesto a renunciar a sus aspiraciones. La llegada de Riquelme y Moleiro permitiría cubrir diferentes perfiles ofensivos, mantener una base joven y adaptada al estilo de Marcelino, y continuar siendo competitivos tanto en LaLiga como en Europa.
El Submarino Amarillo quiere navegar con fuerza la próxima temporada, y este 2x1 ofensivo es una muestra clara de que la ambición sigue intacta en el Estadio de la Cerámica.