La fotógrafa siria Carole Alfarah (Damasco, 1981) presenta en la Casa Elizalde la Exposición Wa Habibi (Oh, mi amor). Siria, 2012-2015, una reflexión fotográfica sobre las víctimas de la guerra de Siria. Se trata de una muestra coproducida por Casa Árabe y el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed), y comisariada por Maria Santoyo, que estará expuesta hasta el próximo 11 de octubre. Como acompañamiento a esta exposición, el jueves 28 de septiembre a las 20h habrá un concierto del kurdo sirio Gani Mirzo y la argelina Neila Benbey. Y el jueves 5 de octubre se ha programado un diálogo sobre la situación siria con la participación de Lurdes Vidal, del IEMed, y Nour Salameh, de la Universitat Rovira i Virgili.

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Una de las fotos de Carole Alfarah

Sobria, impactante

La exposición es premeditadamente severa. Son solo 35 fotografías, las justas, sobre un fondo blanco. Sin cartelas, sin acompañamiento. Cinco frases en árabe sobre la guerra y basta. En una pequeña sala anexa un proyector emite un audiovisual compuesto de imágenes de Alfarah y vomita continuamente imágenes del dolor de la guerra siria. El visitante puede verlas sentado sobre unos sacos de arena, que hacen la función de asiento recordando el escenario bélico sirio. Y un montaje más elaborado, en la entrada de la sala, evoca la destrucción de un país.

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Otra de las fotos de Carole Alfarah

El dolor de la guerra

Wa Habibi es una exposición sobre el dolor que sufren las víctimas de la guerra. No hay ninguna épica. Para Alfarah, la guerra es dolor, destrucción, muerte, aniquilamiento... Alfarah tan solo fotografía víctimas, los que han sufrido en sus carnes las destrucciones causadas por los combates; aquellos que no han podido escoger y que nunca han querido la guerra. Y los fotografía hermanados: mujeres, niños, viejos, jóvenes, cristianos, musulmanes, agnósticos... Todos unidos por un dolor que los afecta a todos. Personas heridas, casas derribadas, llantos por las víctimas, paisajes desoladores, entierros, manchas de sangre... La dureza de las imágenes de Alfarah es absoluta porque refleja el derrumbe súbito de su universo, de todo el mundo en que nació y creció.

Carole Alfarah siria fotografía IEMED Jordi Bertran

Carole Alfarah. Foto: Jordi Bertran - IEMED

Proteger a las víctimas

Y, a pesar de todo, si algo de peculiar tiene esta exposición es que consigue crear una gran empatía por las víctimas, porque siempre mantiene un escrupuloso respeto hacia ellas. La fotógrafa explica que evitó fotografiar algunas escenas que podían ser ofensivas para las víctimas y afectar a su dignidad. Alfarah cree que es necesario retratar el dolor, ponerlo de manifiesto para evitar que el silencio contribuya a la pervivencia del crimen, pero que al mismo tiempo hay que evitar cualquier cosa que pueda ofender a los retratados.

Siria. La guerra

Si algunas explicaciones sobre la guerra acaban desvinculando al público extranjero del conflicto sirio, al presentarlo como una realidad extraña, en la que se enfrentan movimientos e ideologías complejas, sin ninguna relación con nuestra realidad, las impactantes fotografías de Carole Alfarah consiguen crear una gran empatía entre el espectador y las víctimas de la guerra siria. Porque la obra de Alfarah muestra a la persona, únicamente, y nos remite a la proximidad que hay entre todos los seres humanos. Las fotografías de Wa Habibi van más allá del simple reportaje periodístico. Alfarah afirma que con estas imágenes quería ayudar a construir su memoria y la de su gente. Y eso, quien visita la exposición, lo percibe. Tras los muros hundidos, las carreteras cortadas, los charcos de sangre y las casas bombardeadas, hay personas. Personas que nos son muy próximas. Gente como nosotros. En estos trágicos momentos de guerra y de crisis de los refugiados, es necesario recordarlo.

 

Fotografía de portada: Exposición Wa Habibi de fotografías de Carole Alfarah. Foto: Jordi Bertran