La Asociación de Publicaciones Periódicas en Catalán (APPEC) ha denunciado este miércoles que el Ayuntamiento de Borriana (País Valencià) ha dado de baja la suscripción a las cinco revistas vetadas el pasado julio. Después de que el consistorio pidiera la retirada de la Biblioteca Municipal de los ejemplares de Enderrock, Cavall Fort, Camacuc, El Temps y Llengua Nacional, ahora el APPEC ha afirmado que el alcalde de Borriana, Jorge Monferrer, ha comunicado la baja a las publicaciones. Por eso, la entidad ha pedido una respuesta conjunta para hacer frente a los "embates" contra las revistas en catalán. "La censura de las publicaciones en la lengua propia es un ataque a la cultura, a la lengua y a la libertad de expresión", han apuntado.

Según ha explicado el APPEC, las cinco revistas han recibido este miércoles un oficio de alcaldía donde se expone la voluntad del consistorio de "no renovar" y "dar de baja la suscripción" en la revista en el momento a que caduque el abono actual. En el comunicado, han recordado que el pasado octubre la entidad puso en marcha la campaña 'Más fuertes que la censura' para fomentar las suscripciones a las revistas en catalán, conjuntamente con el Gobierno, Plataforma para|por la Lengua y la Federación Llull.

El pasado mes de junio la polémica estalló en Burriana después de que el concejal de Cultura, Jesús Albiol (Vox), intentó personalmente retirar las revistas en catalán de la biblioteca municipal. Pese a no conseguirlo, prometió que en el 2024 ya no podrían consultarse porque la suscripción, que finaliza este diciembre, no se renovaría. Y la amenaza finalmente se ha ejecutado. A través de las redes sociales, Albiol dijo que la medida se justificaba porque el Ayuntamiento de Borriana no está dispuesto a continuar "promoviendo el separatismo catalán con el dinero" de los ciudadanos de la localidad. "No somos catalanes de segunda, somos valencianos y españoles de primera", decía.

 

 

Un veto al catalán que generó protestas

La situación que se produjo en Burriana desató una ola de protestas e indignación por parte de entidades culturales a favor de la lengua catalana. Este episodio llegaba poco después de las elecciones municipales, unos comicios que abrió la veda a coaliciones de PP y Vox en muchos ayuntamientos y comunidades autónomas con una agenda de ataques al catalán bajo el brazo.