Este artículo podría empezar como aquella canción de los Manel (en paz descansen) que decía "preneu seient, companys, parlarem de…", pero aquí no hablaremos de "belleza", sino de ultracorrección. La corrección lingüística es una virtud que todo el mundo (o casi todo el mundo) se toma seriamente, sobre todo cuando se trata del catalán. Es sabido y compartido por todo el mundo (o casi todo el mundo, también) que la precisión léxica, el uso adecuado de la gramática y un buen vocabulario son fundamentales para conseguir una comunicación efectiva. Sin embargo, hay un término que a menudo se cuela en este escenario: la ultracorrección.

La ultracorrección (o hipercorrección) consiste, básica y fundamentalmente, en corregir por exceso (y, por lo tanto, ultracorregir) aquello que ya es correcto

Entre la corrección y la fluidez lingüística

La ultracorrección (o hipercorrección) consiste, básica y fundamentalmente, en corregir por exceso (y, por lo tanto, ultracorregir) aquello que ya es correcto, sea en la lengua escrita o en la lengua oral. Cuando ultracorregimos, aplicamos reglas lingüísticas con tanta diligencia que, a veces, los mismos usuarios de la lengua acabamos cometiendo errores o expresiones poco naturales. ¿Y cuándo se manifiesta? Pues normalmente se manifiesta cuándo las personas intentan hablar de manera "más correcta" de lo que es necesario. En el afán de hacerlo, se utilizan formas verbales o expresiones que son poco convencionales (o incluso incorrectas) en determinados contextos. Este fenómeno, además, puede afectar negativamente a la comprensión y la fluidez del discurso, generando confusión entre los receptores del mensaje.

El 'quelcomisme' es un fenómeno muy común entre los catalanohablantes que consiste en decir 'quelcom' siempre y en cualquier contexto

El ejemplo más claro de ultracorrección en catalán es el 'quelcomisme'. (Me he inventado el término, no lo buscáis en el diccionario.) El 'quelcomisme' es un fenómeno muy común entre los catalanohablantes que consiste en decir 'quelcom' siempre y en cualquier contexto. A los quelcomistes alguien les dijo que lo 'quelcom' era la forma correcta y ya no les podemos sacar de aquí para nada. Detectan todos los 'algo' a kilómetros de distancia y no lo soportan. Lo tienen que corregir. Por ejemplo, corrigen un 'quelcom' a la florista, que hablando de la vida les ha dicho "nena, és algo que passa" o sugieren decir 'quelcom' en vez de 'alguna cosa' a un nuevo catalanohablante mientras toman una cerveza... ¡Ultracorrección a la vista! Porque decir 'quelcom' en este contexto tampoco no es adecuado y es una ultracorrección y porque 'alguna cosa' también es correcto y, de hecho, es la forma más adecuada en un contexto informal o coloquial. Bien, dicho esto... Quelcomistes, abusáis del 'quelcom' y lo sabéis.

Y… ¿Qué puede causar la ultracorrección? ¡Confusión! Porque puede desconcertar el receptor y este puede percibir las expresiones como extrañas o directamente como "incorrectas". ¿Y qué más? Pues alejamiento de la naturalidad, discursos artificiales o pedantes que resulten poco espontáneos... Y no solo eso: también una dificultad de la comprensión, ya que a menudo las expresiones propias de la ultracorrección son menos comunes que las alternativas más sencillas y establecidas.

A menudo las expresiones propias de la ultracorrección son menos comunes que las alternativas más sencillas y establecidas

Sí... ¿Y qué podemos hacer? Ser muy conscientes del contexto de la conversación o de la escritura porque las normas gramaticales vienen determinadas por el registro, por el contexto y por el estilo de la comunicación. También es importante dominar la gramática y el vocabulario catalán, así como ejercitarlos regularmente, desarrollar una intuición lingüística a través de la lectura y de diferentes registros y estilos lingüísticos para saber cuándo aplicar las normas de manera más o menos flexible... Y, sobre todo, no excedernos en la corrección.

La ultracorrección en catalán puede ser contraproducente para la comunicación efectiva e incluso para la promoción de la lengua

En conclusión, ¡la ultracorrección en catalán puede ser contraproducente para la comunicación efectiva e incluso para la promoción de la lengua! Nuestro objetivo tiene que ser siempre encontrar el equilibrio adecuado entre la corrección y la fluidez lingüística, sin pasarnos. Ah, y eso no quiere decir que el 'quelcom' sea incorrecto o no se pueda utilizar nunca, ¡eh! Lo único que tenemos que tener en cuenta que es preferible utilizarlo en contextos muy formales. ¿Como cuáles? Reuniones, exposiciones, ponencias, etc. Quedamos así, pues